El Gobierno ha tomado nuevas medidas para resolver el problema delincuencial y de violencia que nos azota ya que las que fueron tomadas hasta el momento resultaron insuficientes. Aunque para algunos parezca pérdida de tiempo, es importante el consenso entre las autoridades competentes antes de tomar las medidas pertinentes, ya que existe mayor responsabilidad cuando se carga con las consecuencias de una decisión de Estado, igual que si fuera una decisión individual. Seguro que después de esta reunión, cada uno de los convocados, responderá a la tarea que no pueden delegar a otras personas. Sólo así lo que allí se planeó puede tener el éxito esperado. A pesar de eso, insisto, como en el artículo anterior, que el problema es profundo y de soluciones complejas. Además necesita la participación de toda la ciudadanía, porque el país es de todos/as y debe dolernos a todos/as por igual, aunque nuestras autoridades coordinen y monitoreen las acciones del presente.
Una buena educación ciudadana acompañada de práctica social e institucional coherente, responsable y de respeto a las leyes y normas establecidas, puede ayudar a combatir con mayor eficacia el mal. Para abordar este camino, las medidas a corto, mediano y largo plazo donde nos vallamos construyendo con una nueva visión ciudadana , son imprescindibles. Durante este proceso es una tarea obligada, desaprender lo que nos ha llevado por mal camino y asumir un nuevo modelo donde desaparezcan las raíces que aun quedan como legado del tirano y caudillo Trujillo, junto a otros que les han precedido.
Aunque parezca extraño, hoy día, en el subconsciente del pueblo dominicano, existen modelos de convivencia ciudadana cargada de atropellos, torturas, crímenes, maltratos, mentiras e impunidades, como legado de ese momento histórico que marcó la vida de nuestro pueblo. Es por eso, que el respeto al derecho y la dignidad humana nos cuesta tanto llevarlo a la práctica. Las acciones como el abuso de poder, delincuencia, caudillismo, fuerza, intolerancia, irrespeto, impunidad y otros, son los que van dominando el comportamiento de la población desde las familias hasta las grandes organizaciones e instituciones.
Si estamos convencidos/as que con la responsabilidad y respeto se fortalece la autoridad y que con autoridad podemos hacer cumplir las leyes para mejorar la convivencia social sin represión, entonces eduquemos con el método que consideremos más efectivo, para que el ciudadano de cualquier rango o extracto social, sea responsable y respete las leyes y normas que se establecen en la nación, requisito para una buena convivencia.
Con autoridad exigimos orden, y con el orden la prudencia, el respeto y la cordura. Virtudes que contribuyen a la valoración del ser humano y a dar sentido al cumplimiento de leyes y normas como aquella que dice: “No hagas a los demás lo que no quieren que te hagan”.
No se trata de estructurar la vida en todos sus aspectos, sino, establecer lo mínimo para poder perseguir objetivos de mucho valor. Cumplir las normas por obediencia o porque tiene sentido, pero cumplirla y exigir que se cumpla con autoridad. Por eso hay que evitar el desorden en el momento de exigir el orden, o exigir orden en algunos aspectos y en otros no.
La autoridad asumida sin tráfico de influencia, abuso de poder, clientelismo político y con responsabilidad contribuirá a mejorar las instituciones. Por tanto, estamos seguros/as que el presidente y la comisión convocada para dicha reunión, tomarán estos aspectos en cuenta en la ampliación del plan de seguridad ciudadana que se decidió implementar.
También es importante señalar que si los elementos cívicos se hacen necesarios para realizar dicho plan, también es necesario mejorar las condiciones de vida de las personas. Esto implica mejora de los servicios básicos y más oportunidades para los jóvenes de hoy.
Mostremos que nos duele y sentimos lo que pasa en el país, aportemos todos/as nuestro granito de arena para la solución del problema. No nos quedemos de brazos cruzados. Actuemos hoy, no mañana haciendo falsas promesas, principalmente en tiempo de campañas políticas, mientras la vida de la gente cada día corre más peligro. La tarea de reconstruir el país no es sólo tarea del gobierno, es un compromiso de todos/as. La violencia y delincuencia también puede tocar a tu puerta. Unámosno. Juntos podemos lograr un mejor país. Insisto, estamos a tiempo.