NACIONES UNIDAS, 2 ago (IPS) – A medida que el bombardeo israelí contra Líbano ingresa en su cuarta semana, Estados Unidos muestra disposición a suministrar asistencia humanitaria a los miles de desplazados por la agresión. Pero Washington también aceleró el suministro de armas letales a las fuerzas israelíes, "tal vez con la intención de matar a los mismos libaneses a quienes planea alimentar y asistir", dijo a IPS un diplomático árabe acreditado en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Esto es la hipocresía estadounidense en su peor condición", agregó el funcionario, quien solicitó reserva de su identidad porque su país recibe gran cantidad de fondos de asistencia de Washington.
"La mano derecha, obviamente, no sabe lo que hace la mano izquierda. ¿O sabe?", se preguntó.
La secretaria general de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, Irene Khan, consideró "ridículo hablar del suministro de asistencia humanitaria por un lado y suministrar armas por el otro".
"Es imperativo que todos los gobiernos detengan el suministro de armas a ambos bandos inmediatamente", agregó Khan.
Pero el presidente George W. Bush no cree que haya contradicciones. "No. No veo una contradicciones en honrar compromisos alcanzados antes de los ataques de Hezbolá en territorio israelí", dijo a la prensa.
"Estoy preocupado por la pérdida de vidas inocentes, y haremos lo que sea que podamos hacer para ayudar en el traslado de equipo… quiero decir, alimentos y medicinas para ayudar a los desplazados y sufrientes", dijo Bush''
Amnistía mencionó informes de la prensa británica sobre dos aviones de carga Airbus A310 arrendados repletos de bombas GBU 28 guiadas por láser y con cabezas que contienen uranio agotado.
Esas naves hicieron escala la semana pasada desde Estados Unidos en el aeropuerto de Preswick, cerca de Glasgow, en su rumbo a Israel.
"Otros informes indican que Estados Unidos pidió que el Reino Unido le permitiera el aterrizaje de otros dos aviones en ruta a Israel en las siguientes dos semanas. Los informes indican que esas naves llevarían otras armas, como bombas y misiles", indicó Amnistía.
"El gobierno del Reino Unido debería negar el permiso para la utilización de sus puertos marítimos y aéreos por aviones o barcos que cargan armas y equipo militar con destino a Israel o a Hezbolá", advirtió Khan.
Amnistía también reclamó a la secretaria de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Margareth Beckett, la suspensión de sus ventas y transferencias de armas y equipo militar a Israel.
"Ya le hicimos saber a Estados Unidos que en este asunto parece estar en falta, y emitiremos una protesta formal si eso es lo que ocurrió", indicó Beckett.
Mientras, la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó a los israelíes de usar artillería de racimo en áreas pobladas de Líbano.
"Las municiones de racimo son inaceptablemente inadecuadas en lugares donde hay civiles", dijo el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
Las fuerzas armadas israelíes cuentan con caza-bombarderos y helicópteros de combate de avanzada tecnología, y su capacidad militar supera a todas o la mayoría de la de los países de Medio Oriente, entre ellos los de Arabia Saudita, Egipto, Irán, Jordania y Siria.
El Servicio de Investigaciones del Congreso legislativo estadounidense indica que entre 1997 y 2004 Israel compró armas por un valor de 8.400 millones de dólares, 84,5 por ciento procedentes de Estados Unidos.
Los contribuyentes del país norteamericano aportan 2.300 millones de dólares anuales en donaciones a la defensa israelí, dijo Tom Baranauskas, analista de Forecast International, proveedora estadounidense de servicios de inteligencia de defensa.
La gran cantidad de bajas civiles muestran una flagrante falta de respeto del derecho internacional humanitario por parte de Israel y de Hezbolá, indicó Khan.
"Apuntar directamente a civiles y a la infraestructura civil, y lanzar ataques indiscriminados y desproporcionados representa crímenes de guerra", advirtió la activista.
El profesor de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de la estadounidense Universidad de Illinois Francis A. Boyle sostuvo que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas deberá establecer de inmediato un tribunal penal para Israel.
Este "órgano subsidiario" debería organizarse según los criterios aplicados para la creación en 1993 del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia.
"El tribunal debería investigar y procesar los crímenes de guerra, contra la humanidad y actos de genocidio de Israel contra los pueblos de Líbano y Palestina", dijo Boyle a IPS.
Sin un tribunal disuasivo, Israel podría sentirse alentado a atacar Siria con pleno apoyo de la extrema derecha estadounidense. (FIN/IPS/traen-mj/td/ld/ip pi hd/06) (FIN/2006)