SANTIAGO.- La Iglesia Católica considera que la administración pública se ha ido resquebrajando en los últimos años, por lo que urgió al Presidente Leonel Fernández trabajar en la restauración de la honestidad en ese segmento de la sociedad. El pedido en tal sentido lo contiene el editorial del periódico “Camino”, órgano escrito de ese conglomerado religioso correspondiente a este domingo, titulado “A Mitad del Camino”.
El planteamiento se produce al cumplirse este miércoles el aniversario 143 de la Restauración de la República y el segundo año del actual mandato presidencial de Fernández.
Tras insistir en que el Primer Mandatario tiene la gran oportunidad de iniciar en estos momentos otro proceso restaurador, el vocero editado de la Iglesia Católica opina que hay que transparentar el ejercicio del poder, para que la impunidad sea “un vergonzoso recuerdo del pasado”.
Invitó al Ejecutivo de la Nación a desprenderse de todos los servidores públicos que puedan empañar su gestión gubernamental “y que los compromisos partidarios no estén por encima del interés de la mayoría”.
Sugiere el vocero escrito del catolicismo en el país, que el aval para desempeñar un puesto público sea la honradez, la eficiencia y el amor al trabajo.
Estima el semanario “Camino” que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben ser modelos de pulcritud y vocación de servicio “para no caer en la ingratitud con los hombres y mujeres que, a través de la historia, han dado su existencia por la Patria”.
El medio de difusión escrito de la Iglesia Católica pide a la ciudadanía “renovar la esperanza y el optimismo, en un pueblo que muchas veces parece caminar solo”.
Hace un llamado al Presidente Fernández para que preste especial atención a la forma de conducirse algunos servidores públicos “porque a mitad del camino parece llegar el cansancio en muchos funcionarios”.
“Unos se emborrachan de poder y otros se alejan cada vez más de la población”, afirma el periódico “Camino”, en su editorial del pasado domingo.
Y recuerda al Presidente Fernández que el pueblo espera de él las medidas necesarias, que posibiliten la construcción de una democracia que permita vivir con la dignidad que Dios quiere.