La nueva directora para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rebeca Grynspan, advirtió que el combate efectivo a la delincuencia que recorre a la mayoría de los países de la región requieren “una mano amiga y una mano dura”.
Entrevistada por la ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch en el espacio “Milagros desde la Z”, sobre las experiencias del combate a la delincuencia y la violencia en otras sociedades de la región, Grynspan, expuso: “siento que a la hora de enfrentar la violencia y la delincuencia se habla mucho de la mano dura, pero no se habla tanto de la mano amiga, y yo creo que deben ir juntas”.
Amplió que no se debe ser intolerante con la criminalidad, lo que significa que no puede haber impunidad, “necesitamos una policía y un sector judicial que garanticen a la sociedad la seguridad jurídica, que esas instituciones funcionen efectivamente, aunque sin arbitrariedades. No a la impunidad, y no a la arbitrariedad”.
Pero al mismo tiempo, sostuvo, sabemos que para cortar de raíz el caldo de cultivo que existe en mucha de la delincuencia, no digo que toda, tiene que ver con la familia, con la comunidad, con el poder abrir espacios distintos para que los jóvenes se inserten en nuestra sociedad no para atacarla sino para construirla.
“Por eso digo”, amplió, “que deben existir políticas muy claras y muy efectivas en el ámbito social para poder atacar de raíz el fenómeno de la delincuencia”. Milagros desde la Z es un espacio que promueve conciencia ciudadana para fortalecer una cultura democrática entre los dominicanos y dominicanas. Es producido por la ex vicemandataria a través de la radioemisora Z-101.
Grynspan expuso que muchos países de América Latina padecen un exceso de pobreza que contradicen los niveles de desarrollo económico que al mismo tiempo se expresan en la región. Reconoce que en los últimos años estamos creciendo a un ritmo bastante más alto de lo que crecimos antes, ha disminuido un poquito el desempleo, la situación macroeconómica es estable, ha mejorado algo el acceso a la escuela primaria y es algo menor la mortalidad infantil.
El crecimiento no se distribuye con equidad
“Pero Latinoamérica debería tener niveles muchos más bajos de pobreza, explicada en gran parte por los enormes niveles de desigualdad que cruzan a la región, debido a que los beneficios del desarrollo se distribuyen de manera muy injusta con respecto a la mayoría de la población”, expresó.
Dijo que tenemos en América Latina una gran cantidad de ciudadanos esforzados, que viven en una constante lucha por sobrevivir cada día y no están protegidos contra las adversidades, porque aunque trabajan todos los días, apenas les alcanza para que sus hijos puedan estudiar hasta la escuela primaria, y para recibir alguna ocasional atención médica.
Otro aspecto que según la alta funcionaria del PNUD afecta a la población es la debilidad institucional, que impide que las inversiones que se hacen para mejorar los servicios públicos, lleguen con eficacia hasta la población, lo que explica las deficiencias en los programa que se desarrollan en salud, educación y en los procesos democráticos más profundos, no sólo en las elecciones sino incluso en la posibilidad de que la ciudadanía pueda dialogar con las autoridades.
Cuando las instituciones son débiles, expuso, no sólo hay falta de recursos sino también falta de eficiencia en la aplicación de esos recursos. Es decir, que no se implementan las políticas adecuadas para que los programas lleguen con la eficacia que la gente se merece.
“Educación es un buen ejemplo del daño que ocasiona la falla institucional”, ilustró, “la mayoría de nuestros países están haciendo inversiones en educación, sin embargo, tenemos una calidad de la educación que está muy lejos de ser la que requerimos para armar a nuestros muchachos con las herramientas necesarias para competir en un mundo tan exigente como el de hoy”.
“No hay un modelo bueno para todos”.
Cuestionada sobre la ineficacia de diferentes recetas para dar respuestas eficaces a los problemas del desarrollo latinoamericano, Grynspan explicó que no hay un modelo ni un tamaño que sea bueno para todos. Debemos enfatizar en respuestas particulares a los problemas específicos de cada país, porque las recetas generales no necesariamente van a funcionar en nuestras diferentes sociedades.
“La esencia de la democracia es la posibilidad de optar, entonces tenemos que abrirnos a un abanico de opciones en cuanto a políticas económicas y sociales, Podemos aprender d e los demás, puede haber buenas prácticas en otros pueblos de las que podemos nutrirnos, pero tenemos la obligación de aplicar en nuestras realidades concretas de aplicar políticas adecuadas”.
Sostuvo que si bien la década de los noventas fue la del énfasis en la estabilidad macroeconómica, ahora tenemos que bajar al análisis micro y sectorial, determinar qué esta ocurriendo realmente en cada uno de los sectores productivos, porque para el bienestar de la gente es evidente que no basta la estabilidad, es un buen requisito, pero no lo es todo.
Necesitamos generar más empleo, riquezas, y eso debe hacerse como un esfuerzo, una asociación entre los sectores público y privada, un sector privado que sea dinámico y pujante y un Estado que tenga una visión estratégica, que sepa para dónde va.
Estima que necesitamos fortalecer nuestras economías, hacerlas más sostenibles y menos volátiles, porque cada que vez que hay crisis la pobreza y la inequidad crecen rápido y mucho, pero se recuperan muy lentamente. Entonces, mantener economías estables es parte del combate a la pobreza, pero no es suficiente.
La nueva directora del PNUD en la región precisa que en América Latina los desafíos son demasiados, pero es necesario jerarquizar y hacer un paquete integrado con los problemas fundamentales y atacarlos al mismo tiempo con la participación de las comunidades, porque tenemos que enfrentar los desafíos en un círculo virtuoso que supere el círculo vicioso que es el generador de pobreza.
Expuso además que la principal virtud que se ha logrado en la región es que se ha mantenido la existencia de regímenes democráticos, pero alertó que si los problemas del desarrollo y del combate eficaz contra la pobreza no son enfrentados debidamente, es probable que empecemos a ver signos claros de debilitamiento de las instituciones democráticas.
Además de ser posicionada como nueva directora del PNUD en América Latina, Grynspan asumirá los cargos de Subsecretaria General y Administradora Auxiliar de la agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En días pasados, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, anunció la designación de la ex vicepresidenta costarricense, quién dirigirá a 800 funcionarios en 24 oficinas del PNUD en la región, en reemplazo de la cubana Elena Martínez
Grynspan radica en la ciudad de México, donde se desempeña como directora de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de la ONU.