SANTO DOMINGO.-Se avecina el inicio de un nuevo año escolar y los padres ya abarrotan tiendas y librerías para adquirir los útiles que necesitan sus hijos; entre ellos la imprescindible mochila, que resguarda los textos, cuadernos y otros materiales necesarios para el eficaz desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje.
Pero, ¿sabía usted que las populares mochilas podrían dañar la integridad física de sus hijos? Sí, cuando el peso de la mochila, específicamente las llamada backpacks o mochillas de tirantes (que cuelgan de la espalda o el hombro) resulta superior al 10% del peso corporal del niño, podría provocar lesiones musculares y futuras desviaciones en la columna vertebral.
Esta advertencia forma parte de los resultados de un estudio realizado por la Asociación Americana de Terapia Física, donde se recomienda a los padres tomar precauciones para evitar posteriores lesiones y deformaciones en el esqueleto de los niños, como resultado de cargar diariamente una mochila muy pesada.
Una mochila cuyo peso exceda el 10% de lo que pesa un niño ejerce un fuerte impacto en la postura y en el desarrollo de sus huesos, sobre todo a los que cursan los primeros grados de la educación básica, quienes son los más susceptibles a cualquier tipo de daño óseo.
Cuando el niño tiene que cargar una mochila con un peso superior al que él anatómicamente puede soportar corre el riesgo de verse afectado por una contractura muscular intensa, lo que induce a un desnivel en la balanza de los equilibrios musculares, lesionando los ligamentos de la espalda, los discos invertebrales y las vértebras.
Traumatólogos y otros especialistas que tomaron parte en la investigación realizada sobre el tema aseguran que aunque muchas veces los niños no se quejan (por lo que una lesión de este tipo puede pasar desapercibida) al llegar a la edad adulta comienzan a padecer dolores crónicos.
Para prevenir daños permanentes en la espalda de sus hijos, se ofrecen a los padres con vástagos en edad escolar las siguientes recomendaciones:
– Asegúrese que la mochila que carga su hijo no exceda el 10% de su peso corporal, independientemente de la edad del niño.
– Vigile si el niño es capaz de mantenerse erguido mientras carga la mochila; si no es así, está muy pesada.
– Revise periódicamente la mochila de sus hijos y verifique qué cosas puede dejar, para aligerar el peso.
– Evalúe con precisión los libros y útiles necesarios cada día, para evitar sobrecargar la mochila con cosas que no serán utilizadas.
– Provéalo de una mochila de un tamaño adecuado, para que coloquen en ella exclusivamente lo que necesitan llevar a la escuela. Una mochila muy grande invita a guardar más cosas.
– Prefiera las mochilas con ruedas, para que el esfuerzo ejercido por el niño sea menor.