Cuando un Presidente decide abrazar la causa de su pueblo, luchar contra la pobreza, enfrentar los orígenes de las desigualdades sociales se conoce de inmediato asume el poder. Los discursos de un líder político no pueden caminar en dirección opuesta a sus actuaciones, que es lo que ocurre con nuestro Presidente y líder del partido de la Liberación Dominicana.
Por mucho que se quiera defender la gestión del Dr. Leonel Fernández al frente del Gobierno, esta no pasa de ser una copia mal hecha de su primer gobierno. En su discurso de apertura, esperanzador y convincente, el Presidente clamo:
“El pueblo espera que en estos momentos de gran pesadumbre nacional podamos colocarnos por encima de nuestras diferencias partidistas. Hasta ahora, el pueblo dominicano ha sido paciente. Ha tenido una conducta ciudadana ejemplar. Pero no se debe abusar de él. No desafiemos la capacidad de tolerancia del pueblo dominicano”.
¿El presidente sintió esas palabras verdaderamente?, los hechos acaecidos al transcurrir estos dos años dicen que todo fue pura palabrería hueca. El 16 de mayo pasado el Presidente de la Republica salio maletín en manos a comprar a todo el que se le vendiera para tener todo el poder en sus manos, entonces no se estaba colocando por sobre las “diferencias partidistas”, por el contrario la fomentaba.
La lucha contra la corrupción de los “otros” se convirtió en una retaliación en contra de los contrarios políticos, nunca una política asumida como general, recordemos el rosario de actos que en este gobierno desdicen de una voluntad política anticorrupción:
-El caso aquel de la Mina de Sal.
-El de la Suprema Corte de Justicia.
-El de los famosos carros robados a sus dueños en manos de la oficialidad de la policía.
-El de la Biblioteca de la UASD.
-El caso del contrato para el gobierno virtual.
-El contrato del Mega Parque de Santiago.
-El contrato de préstamo para la policía nacional.
-La famosa isla artificial.
-Todo los que se me han escapado.
Para solo mencionar una muestra de los tantos casos de corrupción de este gobierno que han ido quedando al olvido; pero que dicen claramente que no hay voluntad política para enfrentar ni la pasada ni la presente ola de robos al erario publico.
Ah! También nos dijo el presidente al tomar el poder por segunda vez en su haber, otra mentira:
“Para empezar a construir la nueva sociedad, propongo la creación de un Gobierno de Unidad Nacional. La República Dominicana no puede seguir como va. No puede seguir con la inseguridad ciudadana. Con el tráfico de influencias. Con el clientelismo. Con el enriquecimiento ilícito. Con el abuso de poder. Con el irrespeto. En fin, con la falta de seriedad en todo. Que todo el mundo se sienta parte de la tarea de construcción de nuestro propio destino”.
Así, como quien no quiere la cosa, el PLD se ha chupado dos años diciendo una cosa y haciendo otra. ¿De que le vale al país, al pueblo, que el dollar halla sido controlado al 33 por uno cuando los precios de los artículos de consumo masivo, los servicios, los alquileres, etc., están tan alto o mas que antes del PLD asumir el poder?, por Dios de que progreso podemos hablar en un país donde hemos tenido que tirar la guardia a la calle para controlar la delincuencia. ¿De que desarrollo se habla?
Una delincuencia que no es más que fruto de la desigualdad de una sociedad cada vez más injusta y desigual; de un gobierno que quiere cerrar la brecha virtual y agranda la brecha social. Para los funcionarios del PLD es posible que estemos ante “el progreso y la modernidad” en las oficinas publicas y los barrios al sur y este del palacio presidencial; pero a cinco y 10 kilómetros del “progreso y la modernidad” esta la pobreza, la indigencia, los apagones, los fogones apagados y la delincuencia que desdicen esa palabrería hueca: La Cienaga, Guachupita, los Gandules, Gualey, Capotillo, Cristo Rey, el Hoyo de Chulin (Puerto Isabela), Villa Consuelo, el Caliche, Herrera, Los Alcarrizos, etc.
En esos barrios los computadores no son importantes, donde la comida no esta segura lo demás es secundario, donde la salud es un equilibrimos imposible de sostener sin alimentación (visiten los hospitales Luís E. Aybar, Moscoso Puello, El Hospital de los Mina, etc.) para que vean de que se muere la gente a plazo. Así, conforme pasa el tiempo el gobierno se embarca en MEGAS PROYECTOS que en nada resolverán la azarosa vida de los millones de dominicanos que salen cada día a buscar que comer a las calle.
Pero a cinco y diez kilómetros de la pobreza y la indigencia, los famosos hacedores de lisonjas y loas al jefe celebran una “feria del progreso”, con todos los avances y logros del Presidente. Expresidentes amigos del mandatarios vienen a testimoniar los adelantos logrados por Leonel Fernández en estos dos años en que se refundo la republica; los dos años mágicos, del sueño morado y el pueblo le dice ¿“donde esta el progreso” señor Presidente?