SANTO DOMINGO.-El gobierno del presidente Leonel Fernández logró el “poder de veto” en el Congreso Nacional ya que toda iniciativa que sea rechazada, no podrá ser devuelta al Poder Ejecutivo, ante la escasa representación lograda por los partidos de oposición. Sin acuerdos, los votos no dan para aprobar los códigos, sus modificaciones, ni leyes importantes porque 166 es el número clave para la mayoría especial, mientras que si vemos la mayoría absoluta, entonces la bancada oficialista aplastaría.
Esa es la situación de los proyectos que como la Isla Artificial, las pensiones a legisladores que concluyeron su período y particulares, la creación de la provincia Mella y tres municipios, el contrato para equipar la Policía Nacional y las modificaciones al Código Procesal Penal.
Dada la realidad de los numeritos con que se trabajará en la cámara baja, la concertación de acuerdos para la aprobación de los proyectos se impondrá, si las bancadas opositoras buscan evitar que el partido de gobierno “les pase el rodillo”.
Se da por seguro que la pérdida de fuerza numérica de las bancadas de oposición, dará por terminada la vigencia de proyectos devueltos como la Isla Artificial, las pensiones y la creación de la provincia y municipios.
Contrario a eso, la situación legislativa de las modificaciones a los artículos del Código Procesal Penal, y del Código Penal, cuya observación piden diversos sectores, incluso el Colegio Médico, porque serán discutidos de nuevo, en base a la mayoría que se precisa para conocerlo.
De acuerdo a la Constitución de la República, para imponer al Ejecutivo la promulgación de una ley aprobada por las cámara legislativas, deberá contar con las dos terceras partes de la matrícula, que en la cámara baja es de 166 diputados, de una totalidad de 178, y la oposición sólo cuenta con 82 votos, de los cuales 60 son del PRD y 22 del PRSC.
La misma debilidad se reflejará en las votaciones regulares de los proyectos, donde la aprobación es por mayoría absoluta, son 90, que constituye la mitad más uno los de 178 votos, y donde el partido de gobierno cuenta con una matrícula de 96, sobrepasando el número de rigor.
Y si acuerdan..
Desde el próximo martes, cuando se inicia la segunda legislatura ordinaria, también se notará la desigualdad en la correlación de fuerzas, si se llegan a acuerdos entre las fuerzas de oposición o de una de la fuerzas con el partido de gobierno.
Sólo una negociación puede hacer que se aprueben los códigos y otros proyectos especiales, puesto que si se unen peledeístas y reformistas, alcanzarían 118 votos, y si es con los perredístas, lograrían 156 votos, mucho menos que la mayoría especial de 166, las dos terceras partes necesarias, una realidad numérica que obliga a la negociación.