HIGUEY.-La Confederación Autónoma Sindical Clasista de Higüey advirtió que de mantenerse la decisión de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de prohibir la importación de delfines, se estaría provocando la quiebra del delfinario de la zona turística de Punta Cana dejando sin empleo a unas 600 personas, que viven directa o indirectamente del parque.
El dirigente de la principal fuerza sindical de la provincia La Altagracia, Manolo Ramírez, anunció en una conferencia de prensa celebrada en esta ciudad que en los próximos días iniciará una serie de protestas si el presidente Leonel Fernández no responde a los llamados que se le han hecho para que deje sin efecto la medida.
Señaló que la protesta consistiría en el inicio de un peregrinaje que iniciaría en Basílica Nuestra Señora de La Altagracia, con paradas en La Romana y San Pedro de Macorís, para concluir con una vigilia frente a la sede central de Medio Ambiente.
“Estamos preocupados por la insensatez e incapacidad demostrada por Medio Ambiente al cancelar el permiso de Manati Park para importar los delfines para ser utilizados como atracción turística en mar abierto”, afirmó.
Y agregó, “es increíble que el gobierno esté más preocupado por el delfín cubano que por la suerte de 600 familias y la oferta turística de Punta Cana”.
La Secretaría de Medioambiente había otorgado a Manatí Park un permiso de importación de delfines cubanos, pero lo revocó este mes, después que la empresa hizo el pedido a Cuba, tramitado por el departamento de la Secretaría de Agricultura facultado para esto.
En junio pasado, Medio Ambiente había otorgado al parque su permiso ambiental, en el que se indica que el principal atractivo son los delfines que ahora no puede adquirir, a pesar de que el comercio internacional de esta especie es lícito y esta regulado por el convenio conocido como CITES, que sirve de soporte a Cuba para su productiva actividad de comercialización.
Los ambientalistas locales y funcionarios, sin embargo, alegan que el mismo convenio que utilizan los cubanos para exportar y docenas de países para comprar delfines, le prohíbe a los dominicanos importarlos.
También el delfinario de Puerto Plata se ha visto afectado por la medida que prohíbe la importación de delfines.
En ese sentido, Ramírez advirtió que el polo turístico de Punta Cana tiene muy reducida oferta complementaria, por lo que si el parque deja de funcionar se afecta el turismo.
“Quienes tienen planificado incursionar en negocios de oferta complementaria perderán la confianza en el país cuando conozcan este en que Manati Park. Primero fue autorizado y solo semanas después se le niega la operación”, dijo.
Cuestionó el hecho de que en Cuba se tuviera conocimiento de que Manati Park no podía importar los cuatro delfines que había contratado, antes de los propietarios del parque temático se les notificara de la decisión de Medio Ambiente de rescindirles el permiso de importación.
Explicó que en el mundo existen más de 200 delfinarios, por lo que no entienden porque las autoridades quieren crucificar el que hay en el país, en vez de buscar la mejor vía para solucionar la situación que se ha presentado.