SANTO DOMINGO.-El superintendente Bancos, Rafael Camilo, reconoció que si se hubiesen tomado los mil millones de dólares prestados cuando el déficit cuasi fiscal del Banco Central era de 80 millones de pesos, la situación hubiese sido distinta a la actual. Camilo se refirió a la propuesta que hacía al final del pasado gobierno el economista y asesor del Poder Ejecutivo Andy Daujare, quien insistía en que se tomaran prestados bonos para encarar el déficit provocado por la quiebra del Banco Intercontinental (Baninter).
Precisó que el Gobierno anterior pudo haber tomado un préstamo mil millones de dólares y con eso quedaba resuelto de cuajo el difícil cuasi fiscal, porque los 80 mil millones de pesos eran mil millones de dólares.
Camilo dijo que el plan del Gobierno para reducir el referido déficit consiste en vender los activos de los bancos quebrados, el que dijo no representa el 20 por ciento del mismo y los aportes que hará el Gobierno, que se llevaría un periodo de diez años.
Camilo dijo que la misma economía en la medida que crece absorbe la deuda, pero que eso es muy lento.
Dijo que con esas medidas el Banco Central se recapitalizaría y podría pagar los intereses sin que tenga que emitir más dinero.
Manifestó que no es necesaria una reforma fiscal para encarar el déficit sino que es suficiente que se reduzca el gasto oficial. Dijo que las medidas en ese sentido se negocian con el Fondo Monetario internacional (FMI).
“Para eso no hay que hay reforma fiscal” dijo Camilo, quien explicó que los aportes del Gobierno serán anuales y no serán sumas tan altas.
Dijo que todo va a depender de cómo el Gobierno maneje los ingresos del año que viene y el crecimiento de la economía, y se hacen los ajustes de lugar.
Camilo dijo que ni en el caso de Baninter ni en ningún otro ha habido ingerencia y negó lo dicho por el ex gobernador del Banco Central, José Lois Malkún de que hay funcionarios del actual gobierno que envían señales de que el Gobierno en en busca de impunidad.
Dijo que el manejo un caso delicado, como el referente al Banco del Progreso, aunque no lo mencionó, y dijo que nadie de mayor jerarquía le trazó las pautas en torno a lo qué debía o no de hacer. Camilo, dijo que no le interesaba ventilar públicamente el caso del Banco del progreso.
Dijo que no intervino en las frustradas negociaciones que se llevaron a cabo para el arreglo de un acuerdo con los acusados de la quiebra de Baninter.
Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con ese tipo de arreglo respondió tajantemente que no y que eso en todo caso debía hacerse en el marco del proceso judicial que se lleva a cabo contra Ramón Báez Figueroa, Marco Báez Cocco, Viviam Lubrano de Castillo y Luís Álvarez Renta.
Agregó que prefiere la justicia porque en ese escenario la decisión sería más diáfana y transparente, por lo que prefiere que sean los jueces quienes decidan.