BELGRADO, ago (IPS) – Micrófonos ocultos, cámaras secretas y otros equipos usados para vigilancia ya no son más herramientas exclusivas de la policía. En Serbia los usan cada vez más ciudadanos comunes y corrientes. La venta de equipos de vigilancia se duplicó en los últimos tres años en Serbia, según un informe titulado "Equipamiento de vigilancia", elaborado por la Oficina de Estadísticas sobre Consumidores Serbios.
Algunos de los más vendidos son auriculares inalámbricos, microcámaras inalámbricas y toda clase de aparatos para escuchas clandestinas, a menudo diseñados para caber en botones o bolígrafos.
"Definitivamente es una nueva moda", dijo a IPS Milan Kovacevic, quien posee un comercio de este tipo de artefactos en el septentrional pueblo de Novi Sad. A menudo se queda sin cámaras inalámbricas importadas, que vende a 150 dólares. Tampoco tuvo nunca suficientes de las fabricadas en Serbia, que vende a menos de 100 dólares.
Kovacevic dice que lo que él vende termina en hogares particulares. "Nuestros mejores clientes son mujeres que quieren saber si sus esposos las engañan mientras llevan a sus hijos de vacaciones", explicó.
"Ellas son muy persistentes al averiguar si sus sospechas son fundadas, y están dispuestas a pagar el precio más alto si es necesario", señaló Dragan Trivan, de la firma de detectives Protecta.
Minicámaras y micrófonos inalámbricos, algunos de apenas unos milímetros de diámetro, encuentran su destino dentro de lámparas, marcos, camas y cuartos de baño. Aparatos que interceptan mensajes de texto en teléfonos celulares son especialmente populares entre las mujeres.
"La imaginación de nuestros clientes es infinita", dijo Kovacevic. "Casi tanto como su deseo de saber la verdad".
Otro vendedor de equipos de vigilancia, Dragan Boskovic, de Belgrado, señaló que a menudo "los objetivos no son los cónyuges o parejas", sino también vecinos o visitantes.
"Algunas personas quieren saber qué tienen para decir sus vecinos, amigos o familiares cuando los invitan a sus hogares, y deliberadamente los dejan solos en salas" donde hay micrófonos ocultos, relató. "En esto también, la mayoría de los clientes son mujeres".
"Los tiempos cambian y la era de la vigilancia de opositores políticos terminó definitivamente", dijo a IPS el sociólogo Stjepan Gredelj.
"Durante el gobierno de (Slobodan) Milosevic (1989-2000). eran los líderes de la oposición quienes vivían entre micrófonos ocultos", añadió.
Tras su derrocamiento, decenas de dirigentes opositores, incluyendo al ahora ministro de Relaciones Exteriores, Vuk Draskovic, descubrieron y desmantelaron muchos de esos artefactos con la ayuda de documentos recientemente develados.
Una nueva ley prohíbe a la policía "pinchar" teléfonos y usar otras formas de vigilancia electrónica a menos que las apruebe la Suprema Corte.
"Ahora son las personas con presuntas dobles vidas las que están bajo la lupa", indicó Gredelj.
El negocio que va de la mano con esto es el de los detectives privados. Las tarifas son elevadas, pero un propietario de una oficina de este tipo opinó que "se adaptan a las circunstancias locales", considerando que no son prohibitivas.
"Estamos viviendo el mejor momento de nuestras vidas", dijo Dragan Trivan.
"Tratamos con problemas maritales, secuestros, abuso de drogas y cultos. Y el primero de estos es tan grande como los otros tres", señaló.
"Es divertido cuando los periódicos escriben sobre cómo rastreamos los asuntos amorosos. Sin embargo, fue muy serio cuando averiguamos que algunos empresarios exitosos tenían varias familias en toda Serbia", contó. "Eso es dramático: esposas e hijos que ignoran la existencia de los otros durante años, viviendo a pocos cientos de kilómetros de distancia".
El secuestro de hijos de personas adineradas es un nuevo fenómeno en Serbia. Trivan solucionó los casos de secuestro de los hijos adolescentes de una rica estrella del mundo musical y de un importante propietario de la industria cárnica.
"Lo más triste es cuando los padres nos comprometen a seguir a sus hijos para ver si están en malas compañías o usando drogas", planteó Trivan.
"Otra historia triste es cuando quieren saber si sus hijos cayeron víctimas de algún culto, porque tienden a actuar de modo extraño, pasan tiempo con personas sospechosas y rechazan todos los valores aprendidos en el hogar", agregó.
En un caso feliz, Trivan ayudó a un ciudadano extranjero a encontrar a una muchacha serbia que había conocido en el exterior.
"Esto tuvo final feliz. Aunque, tristemente, muchas de nuestras acciones no lo tienen", dijo Trivan.(FIN/2006)