SANTIAGO.- El plan de rehabilitación y ampliación de los imbornales continúa desarrollándose en las avenidas 27 de Febrero y Circunvalación, así como en puntos críticos de barrios y urbanizaciones, por disposición del síndico José Enrique Sued. De esta manera, el cabildo local busca hacer más fluido el drenaje pluvial, que históricamente ha sido deficiente en puntos neurálgicos, de manera fundamental en la avenida 27 de Febrero con Estrella Sadhalá, como en los alrededores del hospital José María Cabral y Báez.
Brigadas municipales hacen limpiezas y excavaciones de esos registros que reciben las aguas de lluvias, en un esfuerzo del gobierno edilicio santiaguense, por controlar las inundaciones en las vías de mayor tránsito vehicular.
En el entorno del hospital José María Cabral y Báez, una de las áreas más críticas en temporada lluviosa, ya los trabajos están en su etapa final, pendiente sólo de la instalación de nuevas tuberías, a lo largo de la avenida 27 de febrero.
En este perímetro del centro asistencial, además de la ampliación de los imbornales, se han construido nuevas acometidas, en el ámbito de la reata de la avenida y en los laterales de ese importante corredor.
Asimismo, se han ampliado y construido nuevos receptáculos de agua en la avenida Circunvalación, desde el sector de Baracoa hasta la zona Franca, donde era una situación de emergencia lo que ocasionaban las lluvias.
En esta avenida, además de construir y rehabilitar imbornales, se instalaron tuberías de 30 pulgadas de diámetro, en sustitución de la vieja red que era de apenas 15 pulgadas.
Desde que se abrieron las nuevas acometidas, el drenaje pluvial funciona con mayor fluidez, evitando así la ocurrencia de las inundaciones que se observaban en los puntos próximos a Baracoa y los ensanches Román y Bermúdez.