SANTO DOMINGO.-El presidente del PRD, Ramón Alburquerque, felicitó a Participación Ciudadana por su actitud valiente y transparente ante las quiebras bancarias fraudulentas ocurridas en el 2003. En este sentido, el político reclamó respaldo de los sectores sensatos de la nación, a la noble jornada de Participación Ciudadana, consciente de que el fraude bancario denunciado y documentado por el pasado gobierno de su Partido, no debe quedar impune.
Con estas declaraciones, el PRD por primeva vez asume los sometimientos a los implicados en el presunto fraude como una acción de su autoría, lo que hasta el momento no había asumido ese partido.
Un juicio político complaciente para proteger a los autores intelectuales y materiales de estos costos escándalos, haría un daño mortal a la estabilidad macroeconómica, porque nadie volvería a confiar en el sistema financiero nacional.
Por otra parte, Ramón Alburquerque, considera preocupante la posición del gobierno del PLD y del presidente Leonel Fernández, consistente en culpar a las pasadas autoridades del Banco Central, cuando lo que se persigue con esta acción es encubrir a los inculpados de las quiebras bancarias del año 2003.
La sociedad dominicana sabe, que si el pasado gobierno no hubiera actuado con rapidez ante las quiebras del 2003, afrontando los pasivos de los bancos quebrados, todo el sistema hubiera colapsado a causa de una corrida inevitable.
El país no puede tolerar que funcionarios del gobierno de Leonel Fernández se dediquen a emitir declaraciones públicas en medio de un proceso judicial en curso, con el claro propósito de influenciar las decisiones del poder judicial.
La actitud consecuente y rectilínea de Participación Ciudadana salva la vergüenza de la sociedad frente a la posición del gobierno del PLD, que asume sin remordimiento, la defensa de personas que engañaron a miles de dominicanos, incluyendo a las autoridades, mediante la comisión de graves delitos financieros castigados por las leyes.
El presidente del PRD, Ramón Alburquerque, demanda del gobierno tratar este tema con responsabilidad de estado, y con la debida prudencia, garantice que el peso de las leyes caiga sobre los culpables, como le impone el juramento constitucional al presidente de la República.
En adición, la comunidad internacional ha hecho saber que no estaría dispuesta a mantener su apoyo al desarrollo de una nación, donde queden impunes crímenes de las magnitudes señaladas.