SANTIAGO.- El Presidente Leonel Fernández definió al empresario y diplomático fallecido, don Eduardo León Asensio, como una persona ejemplar, que merece el respeto y la consideración de todos. La consideración del Primer Mandatario fue externada al salir este jueves del Centro León, donde participó en el acto velatorio del presidente del Consejo de Administración del Grupo León Jimenes, sepultado poco después, en el cementerio municipal de la calle 30 de Marzo.
El féretro conteniendo el cuerpo del presidente del Consejo de Directores del Grupo León Jimenes fue bajado al mausoleo a las 3:10 de la tarde y, tras los trabajos de un grupo de empleados del Cementerio Municipal de la calle 30 de Marzo, finalmente la lápida le fue colocada 50 minutos después.
Al salir del Centro León, lugar por donde desfilaron miles de personas, entre ellas empresarios, políticos, deportivas, líderes eclesiásticos y gente de estratos humildes, el Presidente Fernández dijo que el fallecimiento de León Asensio “es una pérdida muy sensible para la sociedad dominicana”.
“Se trata de una persona que, sin duda alguna, representa mucho por su vida personal, lo que representó para la familia León en términos empresariales y por los cargos públicos que desempeñó, sobre todo en la diplomacia”, agregó el Primer Mandatario.
Fernández agregó que, con la muerte de Eduardo León, la sociedad dominicana pierde a una figura ejemplar, que merece el respeto y la consideración de todos los dominicanos.
“Por eso todos estamos entristecidos y la sociedad dominicana está de luto, por la pérdida de este hijo admirable de la sociedad dominicana”, reiteró el Presidente Fernández.
En nombre de la familia León Asensio habló en el velatorio María Amalia León de Jorge, sobrina del fenecido, a quien definió como una persona que vivió a plenitud y con intensidad “lo que le permitió dejar huellas a su paso, algo que se le posibilita sólo a aquéllos con pasión por lo que hacen y la posibilidad de contagiar, a través de sus acciones y la fuerza de su personalidad, a aquéllos que le rodean”.
Antes del ataúd ser colocado en el nicho, un cuerpo de artillería de la Segunda Brigada del Ejército Nacional lanzó una salva de 15 cañonazos, como parte de los honores que le correspondían al fenecido empresario, en su condición de ex embajador dominicano.
Mientras familiares y amigos procedían a bajar el féretro, un militar tocaba con la trompeta un toque de silencio, que fue precedida por el toque de sirena. Luego, el general de brigada Plutarco Medina Gratereaux, comandante militar de esta plaza, entregó al Fernando León Asensio la bandera dominicana, como parte del rito protocolar tributado a su hermano.
ACTO DE VELATORIO
Desde las nueve de la mañana fueron abiertas las puertas del Centro León, para dar paso a las miles de personas, provenientes de diferentes puntos del país y de las más variadas capas sociales, quienes hicieron filas por horas para expresarles el pésame los parientes.
El ataúd fue colocado en el lobby del Centro León, justamente delante de dos pinturas de regular tamaño de los padres del difunto, señores Eduardo León Jimenes y María Asensio Córdoba, quienes fallecieron en 1937 y 1976, respectivamente.
El féretro contentivo de los restos mortales de Eduardo León fue colocado de forma tal que sus hermanos Guillermo, Fernando y José estaban en la parte inicial de la línea de recibimiento y, tras las personas bordear la caja, pasaban a mostrar sus condolencias a Clara, María Rosa y Carmen, hermanas del occiso. Detrás de ellos fueron acomodados descendientes cercanos.
El Presidente Fernández, que estaba supuesto a llegar al lugar a las 11 de la mañana, hizo su entrada a la 1:55, acompañado de su esposa, Margarita Cedeño de Fernández.
Minutos antes hizo acto de presencia el teniente general Ramón Aquino García, secretario de las Fuerzas Armadas quien, luego de dar el pésame a los deudos, se encargó de ubicar el sitio donde estaría el Primer Mandatario y sus acompañantes. También asistió el mayor general Bernardo Santana Páez, jefe de la Policía Nacional.
Dos pequeños actos religiosos se celebraron en el acto de velatorio, el primero a las 11:20 de la mañana, a cargo de Juan Antonio Flores Santana, obispo emérito y, a las 2:10 de la tarde, por monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros.
En breves palabras que pronunció, de la Rosa y Carpio dijo que Eduardo León Asensio, por la forma de vida que llevó y las labores de altruismo que fomentó desde las empresas de la familia, ha pasado a la inmortalidad.
A las 11 de la mañana, miembros del Club Rotario Santiago de los Caballeros, del que León Asensio fue fundador, montaron una guardia de honor, e igual hicieron luego miembros del Cuerpo de Bomberos Civiles de este municipio.
Correspondió a varios sobrinos de Eduardo León Asensio conducir el féretro desde el área de velatorio, hasta el carro fúnebre ubicado al frente del edificio. Lo mismo aconteció cuando el vehículo se aparcó frente al cementerio, hasta llevarlo al mausoleo familiar.
Otras personalidades que asistieron tanto al velatorio como al entierro fueron los presidentes de las cámaras de Senadores y Diputados, Reynaldo Pared Pérez y Julio Cesar Valentín; el síndico local, José Enrique Sued y el senador por esta provincia, Francisco Domínguez Brito.
Dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano exteriorizaron sus pésames a los deudos, entre ellos el ex presidente Hipólito Mejía, Milagros Ortíz Bosch, Ramón Alburquerque, Orlando Jorge Mera, Pegui Cabral de Peña, Miguel Vargas Maldonado, Enmanuel Esquea, Alfredo Pacheco, Milton Ray Guevara, así como los senadores Jesús Vásquez y Andrés Bautista.
También, Luís Toral, Eduardo Estrella, Federico Antún Batlle, Víctor Gómez Casanova, Rafael Bello Andino y Víctor Gómez Bergés, del Partido Reformista Social Cristiano.
Marino Vinicio Castillo y su hijo Vinicio Castillo Semán; Hamlet Otañez, Felucho Jiménez, Alexandra Izquierdo, Max Puig, Bautista Rojas Gómez, también hicieron acto de presencia.
Una comisión de ejecutivos de la multinacional norteamericana Philip Morris, empresa con la que Eduardo León propició una alianza estratégica en 1969, participaron en las honras fúnebres.
Entre los empresarios nacionales que tributaron el último adiós a su colega fallecido se encontraban Celso Marranzini, Félix García, Edmon Elías, Manuel Estrella, Carlos Fondeur (padre e hijo), Osvaldo Brugal Limardo, Alejandro Grullón.
Del área deportiva se distinguieron entre los asistentes Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano, Freddy Jana, Nelly Manuel Doñé, Kalil Haché, Winston (Chilote) Llenas, así como comisiones de las asociaciones de Cronistas Deportivos, UDESA, ACROARTE y de Clubes de Santiago.