SANTIAGO.- El día de ayer, aunque parecía que podría ser ganancioso para Simeón García Medina, de 38 años de edad, le resultó doblemente peor, en medio del sepelio del empresario Don Eduardo León, en el cementerio de la calle 30 de Marzo. El hombre se entremezcló en el camposanto con los distinguidos visitantes y dolientes del fenecido, con el interés en su mente de engrosar sus bolsillos con dinero ajeno, maquinando el despojo de sus carteras de las personas que se encontraban en el lugar de dolor.
Como en los tiempos del ex presidente Joaquín Balaguer, que hoy si estuviera vivo cumpliría un siglo de edad, en actos públicos de concurrencia masiva y hasta en cementerios, individuos como Simeón García Medina, salían a buscársela, pues se consideran diestros carteristas.
Pero, ¡oh sorpresa de la vida!. En esta ocasión Simeón García, residente en la calle A número 18 de la urbanización El Ensueño, de esta ciudad, fue por lana y salió trasquilado o, para decirlo de otra forma, el tiro le salió por la culata.
Tamaña sorpresa para esa individuo, cuando vio sus sueños momentáneos frustrados, pues sus ropas fueron estremecidas por las portentosas manos del Mayor General Paulino P. Medina Gratereaux, comandante de la Segunda Brigada de Infantería del Ejército Nacional, quien lo sorprendió "con la mano en la masa", en estado flagrante, cuando trataba de sacarle su cartera una de las personas que estaba en el sepelio.
Simeón García Medina fue apresado y entregado a la Policía Nacional, la cual dispuso esta mañana su sometimiento a la justicia.