El Barrio Chino de la Avenida Duarte, anunciado con bombos y platillos durante una ceremonia encabezada por el Presidente de la República, el 21 de junio del año 2005, parece que necesitará una reedición del viacrusis de Angel Sosa para que las autoridades asignen los recursos necesarios para su terminación. De acuerdo a una versión ofrecida por la señora Rosa NG, presidenta de la Fundación Flor para Todos, las autoridades responsables del proyecto todavía no han podido asignar ni un centavo para las obras del proyecto. Los portones chinos que se han levantado en la zona de la avenida Duarte han sido financiados por la comunidad china, mientras se esperan los recursos del Gobierno y el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
La situación es extensiva a todo el proyecto de remodelación de la Avenida Duarte, que se ha convertido en un verdadero infierno para los comerciantes, los vecinos y los transeúntes, debido a las zanjas abiertas y a los desperdicios de todo tipo acumulados en la más tradicional vía comercial de Santo Domingo.
Los dirigentes de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Duarte, que entregaron al Ayuntamiento del Distrito Nacional unos 30 millones de pesos para facilitar el desalojo de los buhoneros, dicen estar sufriendo grandes pérdidas y terribles molestias debido al grave deterioro de la zona y a la comprensible caída de la actividad comercial.
Aunque tratan de ser amables con el Gobierno, para no sensibilizar ciertas epidermis, se quejan discretamente de la paralización del proyecto, que debió realizarse en seis meses, según se prometió, y ya lleva 18 meses.
Aparentemente la explicación de la parálisis que afecta a ambos proyectos, es la misma que motivó la caminata de 305 kilómetros del peregrino Angel Sosa: la falta de recursos para iniciar o terminar las obras prometidas por el Gobierno o reclamadas por las comunidades del país.
El único proyecto que avanza con la celeridad de los tiempos modernos que pregona el Gobierno es el metro de Villa Mella, que según se acaba de revelar en los medios de comunicación está recibiendo más recursos que todos los proyectos de la Secretaría de la Obras Públicas.
Hay que compadecer al amigo Freddy Pérez y a todos los barrios y comunidades que están a la espera de las obras prometidas.