Se quiera o no, el Dr.Joaquín Balaguer será parte fundamental de la historia dominicana por muchos años, y no será precisamente ahora cuando se pueda pasar balance de si fué negativo o positivo su paso por el poder, real o de cortesano.
Como todos los lideres políticos, en el caudillo Reformistas se dieron con creces los odios y los amo res, el respeto y la malquerencia.
Como todo gobierno surgido después de una lucha entre hermanos, y dentro del proceso de la lla mada Guerra Fria, los doce años del Balaguerato llenaron de sangre, de dolor y luto a una gran par te de las familias dominicanas.
Muchos de esos crimenes estamos seguros que fueron ejecutados por serviles uniformados que no estaban precisamente comprometidos con la obra y la historia del lider.
Los diez años posteriores fueron diferentes, no estaban esos estamentos del crimen, y una figura escogida para ser Vicepresidente de la República, el actual Canciller Morales Troncoso puso como condición el no regreso de esa caverna al gobierno, a lo que el Presidente contestó que no vol- verian porque le hicieron mucho daño".
Asi las cosas el centenario de Balaguer no es precisamente el momento para ponerse a sacar con-cluciones de su paso por el poder, ni de su apego al mismo más allá de lo razonable.
Es una efemeride que deben conmemorar sus aliados, y beneficiarios, y que debe llenar de dolor y de justo encono a quienes fueron sus vicitimas.
Ambas cosas necesariamente respetables en una democracia.