La capitalización del sector eléctrico ha incrementado la ineficiencia, lo que se expresa en un amento de los apagones en frecuencia y duración, aumento en la tarifa eléctrica y del subsidio que aporta el Estado, produciendo efectos negativos a la economia dominicana. En un interesante reportaje publicado en El Caribe en fecha lunes 4 de Septiembre del 2006, se informa que de acuerdo a estudios realizados por el Instituto Adam Smith del Reino Unido a solicitud del Presidente de la Republica, "En la actualidad, las pérdidas técnicas y no técnicas del sector eléctrico rondan el 50%, debido a que las distribuidoras solo cobran la mitad de la energía servida a la población, por lo que el Estado se ve obligado a subsidiar el faltante. Las tres distribuidoras compran cada mes un promedio de US$90 millones de energía, de los cuales cobran US$45 millones, y el Gobierno les aporta alrededor de US$50 millones, para que no colapsen".
Que significa esto? Que las perdidas reales en las distribuidoras son superiores al 50% cuando la comparación se hace no en términos económicos, sino en términos de volúmenes de energía comprado a los generadores y volúmenes de energía cobrado a los usuarios.
En la actualidad el Valor Agregado de Distribución (VAD) es de unos US$0.10/Kwh. , según reiteradas afirmaciones realizadas por el Administrador de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), cuando lo usual y razonable en una empresa eficiente bien administrada es que el mismo sea de alrededor de US$0.04/Kwh. a US$0.05/Kwh. En los US$45 millones promedio que cobran las distribuidoras mensualmente según el reporte del Instituto Adam Smith, esta incluido el VAD de las distribuidoras, lo que implica que la diferencia entre el precio promedio a que compran las distribuidoras la energía a los generadores y la venden a los usuarios es de alrededor del 50%..
Otro aspecto a destacar en el referido estudio es cuando se afirma “que la capitalización del sector de la distribución realizada en 1999 produjo un efectivo que fue gastado en los costos operacionales, especialmente en compras de electricidad. Una vez que el efectivo se acabó la crisis financiera del sector comenzó. Por lo que ahora “la condición de los activos en la distribución es pobre, y la posición de las pérdidas es agravada por el estándar de los activos y la carencia de la medición” .
Que significa esto? Que el aporte que debieron hacer las empresas privadas para la capitalización de las distribuidoras, se fue en gastos corrientes como la compra de energía, el pago de deudas y otros gastos operacionales de dichas empresas, con lo cual el objetivo de hacer esas empresas más eficientes con el aporte de capitales frescos, quedo totalmente desvirtuado debido a la descapitalización que las distribuidoras ya presentaban en Diciembre del 2000, 18 meses después de haberse iniciado formalmente el mercado eléctrico diseñado por el proceso de Capitalización del sector eléctrico.
A que se debe esta descapitalización de las empresas distribuidoras a solo 18 meses del inicio del proceso de Capitalización? Al modelo diseñado e implementado, ya que el mismo fue concebido para favorecer con privilegios y concesiones irritantes e irracionales a los generadores, en perjuicio de los distribuidores, del estado y de los usuarios. Mientras las empresas distribuidoras a finales del 2000 ya habían gastado todo el aporte de capital de las empresas privadas en gastos corrientes según afirma el Instituto Adam Smith en su informe, las empresas generadoras capitalizadas obtenían ganancias una vez deducidos los gastos de depreciación, amortizaciones y pago de impuestos, superior a los US$100 millones.
Hoy se quiere presentar como un gran logro del fracasado proceso de Capitalización del sector eléctrico, el aumento de la capacidad instalada de generación, cuando dicho aumento era previsible que ocurriera dado que el modelo empleado fue diseñado para enviar las señales a los inversionistas de que era en generación en donde debían invertirse los capitales, ya que en ese sector era que estaban las mayores utilidades y menores riesgos, dado el diseño errado que se había hecho durante el proceso de Capitalización.
Hoy en día los dominicanos seguimos pagando las consecuencias de un modelo de Capitalización excluyente, mal concebido, mal diseñado, que arranco sin un marco jurídico aprobado que estableciera las reglas de juego, sin que los dominicanos que serian los responsables de regular y fiscalizar a dicho sector tuvieran la preparación académica y técnica suficiente que implicaba la implementación de un mercado eléctrico, con contratos firmados en condiciones perjudiciales a los intereses del Estado en las empresas capitalizadas, que pretendió que con estimular la instalación de nuevas plantas de generación a base de incentivos perversos y distorsionadores en perjuicio de las distribuidoras, de la empresa estatal de transmisión, del Estado, de los usuarios y de que por el simple hecho de que las empresas del sector eléctrico fueran administradas por el sector privado sin ningún poder real de control ni fiscalización por parte del Estado dueño del 50% de las acciones, eran condiciones suficientes para llevar la eficiencia al sector eléctrico que se traduciría en una mejor calidad en el servicio, precios más justos y razonables a los usuarios y un menor subsidio por parte del Estado.
Hoy la realidad es totalmente diferente, tenemos un sector eléctrico con niveles de perdidas superiores a las que existían hace 20 años cuando el sector eléctrico era manejado totalmente por el Estado (solo hay que leer el Informe de La Comisión Saladin del 1986), una generación de electricidad menor en por lo menos un 3% en el periodo Septiembre 2004-Julio 2006, con relación a la generación del periodo Septiembre 2002-Julio 2004, a pesar de que la demanda se ha incrementado en por lo menos un 10% lo que se traduce en apagones mas frecuentes e intensos, aumento de mas de un 60% de la tarifa eléctrica con relación a Agosto del 2004, aumento en dos años en por lo menos un 300% del subsidio otorgado por el Estado al sector eléctrico al pasar de unos US$200 millones en el 2004 a US$500 millones en el 2005 y con proyecciones de terminar sobre los US$700 millones en el 2006.
En definitiva el gran aporte de la Capitalización del sector eléctrico a la sociedad dominicana ha sido el aumento de la ineficiencia del sector expresada en un aumento de los apagones en frecuencia y duración, un aumento de la tarifa eléctrica, un aumento de las perdidas y un aumento en el subsidio por parte del Estado.