CARACAS, (IPS) – Como quien coloca un fósforo en un bidón lleno de gasolina, el presidente venezolano Hugo Chávez encendió la campaña electoral al anunciar que convocaría un referéndum para aprobar la reelección presidencial indefinida, lo cual le permitiría permanecer en el poder por lo menos hasta 2021 "Esto ha sido sólo una etapa de transición", dijo Chávez al referirse a los seis años que lleva al frente del gobierno de Venezuela. "Vamos para el 2021", expresó al tiempo que sus seguidores aplaudían el anuncio presidencial en un acto que dio inicio a su campaña electoral, el viernes.
Quienes pensaban que hablaba en broma cuando decía que se quedaría en la Presidencia de la República hasta 2021, o que era sólo una treta política para irritar a la oposición, se equivocaron.
A pocos minutos de llegar de un viaje de 10 días por China, Malasia, Siria y Argelia, Chávez inyectó pasión y polémica a una campaña electoral que a dos semanas de haberse iniciado pasaba casi ignorada, poniendo a seguidores y opositores a hablar de un solo tema: la controvertida reelección presidencial.
Para el general retirado y analista político Alberto Müller, ex jefe de la campaña de Chávez para las elecciones de 1999, la reelección indefinida es una jugada de ajedrez que busca avivar la campaña.
La verdadera discusión electoral, comentó Müller a IPS, debería ser el debate sobre el socialismo, lo cual "obligaría a la oposición a quitarse la careta y a asumir su verdadera condición neoliberal".
Descontando que vencerá en los comicios presidenciales del 3 de diciembre, Chávez dijo en su primera concentración de masas de esta campaña que en 2010, cuando se cumplirían los tres primeros años de su segundo mandato, convocará a un referéndum para preguntar al pueblo "si está de acuerdo en que siga siendo presidente".
"Si la mayoría dice que no, pues me voy, pero si dice que sí, habría que modificar la Constitución para que la reelección sea indefinida. Será el pueblo el que diga", agregó.
"La reelección en Venezuela será indefinida para que el pueblo diga cuándo debe terminar el mandato de un presidente, es el pueblo el dueño de un país", expresó Chávez.
Müller considera que el anuncio "forma parte de la campaña, pero ya asomada como idea vale la pena discutirla".
El candidato opositor Manuel Rosales, actual gobernador del estado de Zulia, la principal zona petrolera del país, calificó de "sarcástica" y "tiránica" la propuesta de establecer la reelección presidencial indefinida y en cambio propuso reducir a cuatro años el período del mandato, que es de seis, y eliminar la reelección inmediata.
Otras voces opositoras se levantaron. Pablo Medina, ex dirigente del oficialista Partido Patria Para Todos, y ahora crítico del gobierno, rechazó de modo rotundo la idea que consideró ilegal. "Lo retamos (a Chávez) a debatir esa propuesta", dijo.
El abogado constitucionalista y diputado de la Asamblea Nacional por el gobernante Movimiento Quinta República (MV), Carlos Escarrá, dijo a IPS que la reelección indefinida es completamente factible desde el punto de vista jurídico. "Esta figura se da en muchos otros países", sostuvo, citando el caso de Gran Bretaña, en el que su primer ministro Tony Blair lleva ya tres períodos consecutivos al frente del gobierno.
Si se aprobara la reelección indefinida, sería la primera vez que un gobernante se perpetúa en el poder desde 1958, cuando finalizó el último régimen dictatorial (1948-1958), encabezado desde 1952 por Marcos Pérez Jiménez.
Pero Escarrá no ve otra limitación para la reelección indefinida que no sea la negativa de la voluntad del pueblo. "Todo dependerá del pueblo", expresó.
El también abogado constitucionalista Hermann Escarrá, quien fue constituyente y promotor de la carta magna en vigor desde 1999, criticó la propuesta de Chávez y explicó que sólo sería posible bajo un régimen parlamentario en el que el presidente no tiene concentrados todos los poderes, y no en uno presidencialista como el venezolano.
Otros dirigentes de la oposición, como el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, presidente de la Alianza Bravo Pueblo, la reelección indefinida es producto de la última encuesta de la consultora Hinterlaces, que muestra una baja de siete puntos porcentuales en la intención de voto a Chávez, ubicando las preferencias por su candidatura en 48 por ciento en agosto contra 55 por ciento del sondeo anterior, realizado en junio.
El mandatario, un militar retirado que lideró un intento de golpe de Estado en 1992 y que pagó con prisión su sublevación, asumió la Presidencia de Venezuela en febrero de 1999, luego de ganar las elecciones de 1998.
A los pocos meses de estar en el poder, Chávez convocó a una Asamblea Constituyente que reformó la constitución existente desde 1961 e introdujo la figura del referéndum revocatorio de los mandatos electivos y la reelección inmediata para el cargo de presidente de la República, entre otras modificaciones.
En agosto de 2004, y tras una intensa campaña opositora contra su gobierno que incluyó un efímero golpe de Estado, una huelga general y la recolección de decenas de miles de firmas para activar el referéndum revocatorio, Chávez fue ratificado en su cargo con 59 por ciento de sufragios en la consulta popular resultante.
El presidente adelantó que ya tenía previstos los siete lineamientos estratégicos que regirían su gobierno en los próximos 14 años, siempre y cuando el pueblo apruebe mediante referéndum su continuidad en el cargo, lo que lo obligaría a nuevas reformas constitucionales.
Desde esa visión triunfalista, Chávez asegura que el proceso de la "revolución bolivariana" requiere de esos 14 años para consolidarse y lograr su propósito fundamental: la reducción de las desigualdades sociales.
Chávez ha hablado de la necesidad de una nueva ética socialista basada en la solidaridad y la disminución de las ambiciones materialistas.
Ese primer lineamiento es el pilar del resto. Le siguen el desarrollo productivo, la "democracia revolucionaria", la "suprema" felicidad social (entendida como satisfacción de las necesidades del pueblo), una nueva geopolítica interna basada en el socialismo, el desarrollo de una geopolítica internacional y la conversión del país en una potencia energética mundial.
Según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 55,3 por ciento de la población venezolana era pobre y 25 por ciento vivía en pobreza extrema en 2002. En cambio, el Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que ese año los pobres constituían 52 por ciento y los indigentes 14 por ciento. El ente estatal indica una pobreza general de 37,9 por ciento para el segundo semestre de 2005.