Luego de haber cosechado dos años de éxitos al frente de la Procuraduría
General de la Republica, el Licenciado Francisco Domínguez Brito, se inicia
como Senador de la Republica por la provincia de Santiago, con una
iniciativa que toma en cuenta una de las principales necesidades y
preocupaciones de los padres de familia en esta media isla: la educación Hacia falta que un representante popular, como lo es un legislador, hiciera uso de sus facultades para defender las más acuciantes necesidades de los dominicanos, como lo es la educación de sus hijos.
Solo un padre de familia, sea de clase media, baja o alta, sabe lo que significa el costo de la educación de uno, dos, tres, cuatro, cinco o seis hijos.
Solo quien tiene o ha tenido la responsabilidad de educar una familia, sabe los sacrificios que hay que hacer, para sostener; desde un lápiz, una mascota, un par de zapatos, un libro y demás útiles escolares necesarios para llegar a completar una carrera profesional.
Solo quien sabe lo que es comprar un lápiz o dos o tres, todos los días, durante los primeros ocho o diez años de la vida de un niño, sabe lo que significa escoger, entre comprar los libros o dejar de hacer una comprita, y mantenerse varios meses comiendo arroz blanco con huevo, o plátanos con aceite…si así como lo escribo, solo plátanos con aceite.
Es por ello, que la iniciativa del licenciado Francisco Domínguez Brito, tiene una importancia trascendental para los dominicanos, ya que la educación se ha convertido en una de las cargas mas pesadas, (junto a la alimentación), para la gran mayoría de los dominicanos.
Es por ello, que esa iniciativa cobra una mayor importancia, ya que sus argumentos son una verdad de apuño, “ en mis años de niñez y adolescencia,
mis hermanos y yo estudiamos con los mismos libros durante muchos años”,
afirma.
Pero esa no es solo una experiencia de Domínguez Brito, la ha sido de muchos
profesionales de HOY, que estudiamos con libros que nos prestaron hermanos,
primos o vecinos, y que luego sirvieron a la formación de muchos otros
dominicanos.
Me imagino que esa experiencia se repitió en todos y cada uno de los parajes, municipios y provincias de la Republica Dominicana durante décadas.
Y que no me vengan con el argumento de que la modernidad y la globalización
ha sido la responsable de que los libros de textos tengan que cambiarse todos los años, pues no lo acepto.
Y no lo acepto, porque mi experiencia como padre de una prole numerosa, y
que he tenido que hacer grandes sacrificios para “sacar adelante” a mis hijos, sabe que los editores de libros de textos solo le cambian la carátula, la fecha de edición y el orden en que aparecen algunas de las páginas.
Ojalà, que los intereses particulares y personales de los congresistas (¿si existieren?), no se antepongan a esa loable y oportuna iniciativa.
Es por ello, que apoyo de manera irrestricta, la iniciativa del Senador por Santiago, Francisco Domínguez Brito, ya que por fin, me siento representado
en un legislador, que aunque lamentablemente no tuve el honor de votar por
su candidatura, si tengo la seguridad que no me defraudarà, al igual que no
lo hará con los habitantes de su provincia natal.
Adelante licenciado Domínguez Brito, senador de la dignidad de Santiago y del país.