SANTIAGO.- Un obrero hirió mortalmente de una cuchillada a un vigilante privado quien, antes de fallecer, logró desarmarlo y le infirió 11 estocadas, degenerando la confrontación en un doble asesinato. El hecho en que fallecieron Santo Peña Pichardo, de 23 años y supervisor de una compañía de vigilantes y Patricio de los Santos Marcial, de 24 y vendedor de cocos, ocurrió en la tarde del sábado, en el barrio La Terracita, de esta ciudad.
Aunque el origen de la confrontación no se ha precisado, vecinos de las víctimas dejaron entrever la posibilidad de que todo tuviera su origen en que Santos Marcial entendía que Peña Pichardo estaba enamorado de su mujer.
Las humildes viviendas de ambos están localizadas a escasos metros una de otra. Testigos dijeron que Peña Pichardo estaba sentado frente a su casa, acompañado de un vecino, cuando se presentó Santos Marcial, saludó a ambos y siguió para su morada.
Segundos después regresó y, de manera sorpresiva, le infirió una herida a Peña Pichardo en el costado izquierdo, emprendiendo la huida en el acto, pero siempre con el arma en su mano derecha.
Sin embargo, herido de gravedad, el supervisor de vigilantes privados logró alcanzarlo como a cinco metros del lugar donde fue herido, entablándose un forcejeo entre, cuando pretendía quitarle el cuchillo.
En la lucha cuerpo a cuerpo, Santos Marcial hirió en el brazo izquierdo a Peña Pichardo, quien ripostó propinándole una trompada en la cara, que lo hizo perder el equilibrio, procediendo entonces a quitarle el cuchillo, con el que le infirió 11 heridas.
Antes de caer con el rostro hacia la tierra, Peña Pichardo tuvo oportunidad de llamar a su mujer, Ana Valdez, muriendo luego al lado del cuerpo de su victimario.
El agresor se ganaba la vida como vendedor de cocos en un puesto que tenía en la rotonda del ensanche Libertad. Trascendió que ambos eran tan amigos, hasta el extremo que Peña Pichardo había hablado con sus superiores en la compañía de vigilantes privados, para conseguirle trabajo en ese lugar.
MUERE ELECTROCUTADO
En otro sentido, un obrero murió ayer electrocutado, al caerle encima un cable de alta tensión. La víctima fue identificada como Felix Antonio Echavarría, quien residía en el barrio San José Afuera, de la parte Sur de esta ciudad.
La desgracia le sobrevino a Echavarría cuando se encontraba en los alrededores de su vivienda, de acuerdo a datos obtenidos en el puesto policial que funciona en el hospital regional universitario José María Cabral y Báez, donde se produjo su deceso horas después de recibir la descarga eléctrica.