BAVARO.-El Grupo White Sands Golf & Beach Resort, concluirá el próximo mes de diciembre la construcción de los nueve hoyos que completan los 18 del campo de golf y parte de la urbanización del proyecto que se desarrolla en Bávaro. Además del campo de golf White Sands que ofrece el grupo empresarial al mercado internacional, el proyecto incluye un hotel boutique cinco estrellas de 125 habitaciones que será manejado por una importante firma extranjera.
El hotel boutique fue concebido con propuestas muy atractivas con imágenes turísticas que se agregan a las opciones placenteras de hoy día y 100 % originales para el disfrute de unas extraordinarias vacaciones.
El campo de golf, diseñado por el afamado arquitecto de golf de nacionalidad española José "Pepe" Gancedo, ofrece los más altos estándares de modernidad, exclusividad y confort, respetando la preservación de los recursos naturales que demanda las normas nacionales e internacionales.
White Sands no es sólo un campo de golf, también incluye una urbanización de villas tipo italiano al estilo medioevo, con todas las comodidades para que el turista disfrute de una estadía inolvidable.
El proyecto hotelero que fue construido sobre dos millones de metros cuadrados, cuenta además con una zona comercial, apartamentos, Casa Club con bares y restaurantes, salón VIP, vestidores, baños, helipuerto y canchas de tenis, oficinas administrativas y de ventas, academia de golf, un mirador, parqueo para golf carts, 150 metros de playa de arena blanca, rodeado además de los hoteles cuatro y cinco estrellas Bávaro Princess, Princess Caribe Club y Tropical, Paradisus Punta Cana, Punta Cana Princess, LTI Princes Punta Cana y los Ocean Blue y Ocean Sands.
La zona comercial de 50 mil metros cuadrados fue construido en una estructura de callejuelas empedradas, donde se han establecido cadenas de boutique, salón de belleza, supermercados, spas y una iglesia medieval con plazas Mayor y Menor.
El nuevo atractivo que se agrega a la zona costera de Bávaro, obedece a la visión y experiencia de 20 años en el sector turístico del ingeniero Ernesto Botello, presidente del Grupo White Sands Golf & Beach Resort, promotor de la llegada a la República Dominicana de la cadena hotelera española Sol Meliá, hace 10 años.
Como sus inquietudes no tienen límites, Ernesto Botello se propuso ejecutar su propio proyecto: el campo de golf White Sands, que nace como una necesidad de la zona para comercializar mejor en el mercado de mayor poder adquisitivo de los Estados Unidos, como destino principal para el mercado de golf del Caribe.
El empresario hotelero dijo que para la ejecución de White Sands contó con la confianza de inversionistas dominicanos, que creen en el proceso de desarrollo, crecimiento y modernidad del sector turístico de la República Dominicana.
"Este proyecto es una experiencia completamente diferente a los que he realizado, ya que los anteriores fueron estructuras hoteleras. White Sands, es más complejo, porque por primera vez estamos incursionando de manera directa en el área inmobiliaria. Es un proyecto ambicioso".
Ernesto Botello precisó que el campo de golf ha sido concebido como una gran urbanización que consta de seis hoteles construidos en primera línea que sirven de marco, alejándose de cualquier proceso de deterioro que pudiera suceder en la zona, que crea además una gran área de seguridad para los turistas y para los adquirientes de las villas y apartamentos del complejo.
PROMOTOR DEL PROYECTO
El ingeniero Ernesto Botello ha estado ligado a la actividad turística de la zona de Bávaro desde el año 1983, época en la que presentó su primera propuesta en el área de Punta Cana, en la localidad Los Ranchitos.
El primera proyecto en el que participó comenzó en 1989 con la entrada al país de la cadena hotelera española Meliá, que abrió en 1991.
Para esa primera iniciativa se puso de acuerdo con los grupos hoteleros españoles Sol Meliá, Riu y Fiesta, para que colaboraran económicamente en la construcción de la carretera que daría acceso a los hoteles de la zona, siendo él quien definió el criterio del trazado, diseño y la posterior construcción.
Años más tarde fue el ideólogo y socio fundador del Consorcio Energético Punta Cana-Macao.
El presidente del Grupo White Sands Golf & Beach Resort, fue responsable no solo de que la cadena Meliá se instalara en el país, sino también de que construyera el campo de golf El Cocotal y la urbanización Palma Real.
Conjuntamente con esas iniciativas con el Grupo Meliá, ya Ernesto Botello trabajaba en los planos para la construcción del campo de golf White Sands.
En 1999 se unió a un grupo de empresarios dominicanos y abrieron en la zona los hoteles Hodelpa Caribe Club y Hodelpa Tropical. Dos años más tarde el Princess Punta Cana.
Para el 2001 se dio inicio a la construcción del campo de golf White Sands, que abrió sus primeros nueve hoyos en el 2004. Actualmente se encuentro en su etapa final, junto al proyecto urbanístico residencial que ya cuenta con 250 apartamentos terminados y 470 en construcción.
A finales del año 2004 junto a sus socios dominicanos y el Grupo H10 de España abre sus puertas el Hotel Ocean Blue y el Hotel Ocean Sands, hoteles cinco estrellas muy enfocados al cliente americano y apoyados por una clientela golfista para su comercialización a un nivel más alto que el promedio de la zona.
El campo de golf White Sands ha sido concebido como una gran urbanización que enmarca unos ocho hoteles, construidos en primera línea, sirviendo de marco a los mismos alejándoles de cualquier proceso de deterioro de la zona que pudiese suceder, creando una gran área de seguridad para los turistas de estos hoteles, así como para los adquirientes de las villas y los apartamentos del complejo.
El proyecto White Sands Golf & Beach Resort es una inversión cien por ciento dominicana, donde se están desarrollando dos millones de metros cuadrados y áreas de mantenimiento y edificio para alojamiento de personal y su propio sistema de abastecimiento de agua potable, así como planta de tratamiento de aguas residuales negras.
La inversión programada para el proyecto asciende a la suma de ciento veinticinco millones de dólares, del cual ya setenta por ciento de su construcción ha sido ejecución.