LICEY AL MEDIO (Santiago).- La secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales ordenó el cierre definitivo de dos empresas que se dedican a la crianza de cerdos, de un total de 200 que existen en este municipio y que afectan los alrededores del Aeropuerto Internacional Cibao y dos ríos que atraviesan la población. El anuncio sobre la clausura del proyecto porcino Uveral, propiedad de la familia Alba y la empresa “Don Lindo” fue hecho por Max Puig, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el transcurso de una reunión donde buscaban soluciones a la contaminación de todo esta comunidad.
El encuentro se realizó en el edificio del Ayuntamiento de este municipio y fue convocado por Andrés Vander-Horst, director del Departamento Aeroportuario, con el objetivo de buscar una solución al problema de contaminación que afecta a la terminal aérea ubicada en este municipio.
Aunque Puig informó que ninguna de las granjas opera con estudios de impacto ambiental, justificó la decisión contra esos dos negocios porque “Don Lindo operaba sin el permiso correspondiente de la secretaría que dirige, en tanto que la granja Uveral fue cerrada, porque sus propietarios se negaron a que fuera inspeccionada por técnicos de esa institución.
Dijo que las 200 granjas que funcionan aquí, de acuerdo al informe técnico que recibió, se caracterizan “por su pésima operación y manejo, lo que significa escasa higiene, mala disposición final e indiferencia de los propietarios frente a los impactos de sus contaminantes”.
Entre las granjas inspeccionadas citó la Leysa, propiedad de Ignacio Taveras, dedicada al engorde de cerdos, con alrededor de cinco mil cabezas, distribuidas en ocho naves, que forma lagunas que se rebosan por la cantidad de agua y materia orgánica.
También, la de Darío Arias, que no posee ningún tipo de sistema de tratamiento; la de José Collado, la de Ricardo Céspedes, que descarga en una laguna que colinda con la verja perimetral del Aeropuerto Internacional Cibao y que está frente a la escuela de la comunidad Uveral.
Sobre el negocio conocido como “Don Lindo”, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales lo definió como un matadero, cuyos residuos son vertidos en el mismo lugar y esparcidos en una laguna y con un área de yerba donde proliferan las moscas y los gusanos, además de que fue construido sin permisos ambientales.
Se refirió, además a la granja de Carlos Rodríguez que, como las demás, descarga en las verjas del aeropuerto y está muy próxima a las viviendas de Uveral y la misma situación comprobaron los técnicos de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuando inspeccionaron la propiedad de un señor sólo identificado como Liqui, así como la de Rafael Arias.
Al referirse al proyecto porcino Uveral, de la familia Alba, Max Puig destacó que cuenta con más de cinco mil cerdos de engorde, que descarga en laguna que rebosa y los canales donde redescargan las aguas residuales, atraviesan la comunidad de Uveral, y cruza por el lado izquierdo de la Iglesia Católica de la comunidad.
Según el titular de Medio ambiente, por su población de cerdos, por el recorrido que hace su descarga y por la magnitud de su emporio empresarial es, junto a la granja Leysa, “la que produce mayores dimensiones de impactos negativos a la comunidad”.
“Es interés destacar que, de todas las granjas inspeccionadas, ese proyecto porcino fue el único que ofreció resistencia a permitir que los técnicos realizaran las labores encomendadas por la dirección de la secretaría, el sábado pasado en horas de la mañana”, arguyó.