El 24 de octubre de 1945 se creó la Organización de las Naciones Unidas para preservar la paz, la seguridad internacional y asegurar la cooperación entre los Estados. Preservar la paz es el objeto del Consejo de Seguridad de la ONU, pero sus debilidades a todo lo largo de su historia son evidentes.
Aquí van algunos ejemplos 1) Durante los enfrentamientos de la Guerra Fría liderados por los bloques: EE.UU. y la desaparecida URSS;2) Múltiples agresiones de Israel al Líbano y la ocupación de territorio palestino y 3) La acción militar en Irak, son muestras de escenarios donde no se respetaron las resoluciones de la ONU.
Además, la opinión pública internacional, que se oponía a una acción militar en
Irak, quedó frustrada por la incapacidad de la organización de prevenir una guerra que se consideraba innecesaria e injustificada.
Sin embargo, como se lee en el preámbulo de la UNESCO, la ONU se reconoce como la institución adecuada para guiar los esfuerzos de justicia, libertad, igualdad y solidaridad entre los pueblos.
Es una realidad. La organización multilateral es una entidad clave y necesaria para el buen desenvolvimiento de la humanidad, porque pertenece a todos los pueblos del mundo.
Pero ahora precisa de una reforma profunda en todas sus estructuras.
Una reforma que haga emerger y respetar todos sus principios, y esto sólo es posible con una reforma a su CS, para que la acción multilateral de la ONU sea una garantía eficaz para asegurar la paz, la convivencia y la seguridad internacional.
La realidad es que no se explica, en los albores del siglo XXI, que el CS mantenga la misma estructura 15 Estados miembros – creada al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, el CS esta conformado por China, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia, como miembros permanentes con poder de veto, y otros 10 miembros no permanentes del CS de la ONU.
Lo cierto es que en la época actual, de nuevos cambios y desafíos, esa membresía no es suficiente. Y no se entiende, además, que importantes naciones como Alemania, Japón, India y Brasil (G-4), no sean miembros permanentes del CS.
No se explica tampoco, que de los países fundadores de la ONU, en América Latina Y el Caribe, sólo la República Dominicana, Guatemala y Haití, no han logrado ser miembros no permanentes del CS.
Justamente el 20 septiembre habló el jefe del Estado dominicano, Leonel Fernández, ante la 61 ava. Asamblea General de la ONU, para motivar una reforma a la ONU y buscar el apoyo de otras naciones para un asiento de la RD en el CS.
Criticar la dicotomía entre la apertura comercial,pero sin libre acceso de personas por las fronteras nacionales y solicitar ayuda internacional para solucionar la crisis de Haití, fueron otros de los temas abordados por el presidente Fernández en la Asamblea de la ONU.
Allí se debatieron temas sobre la creación de una alianza global para el desarrollo, la propuesta de reforma al CS y otros asuntos relevantes para el bienestar de la humanidad.
Brasil, por ejemplo, como parte de una región con marcada voluntad de diálogo y entendimiento, ha dado un consistente respaldo a la necesidad de una reforma sustancial al CS.
La paz y la seguridad internacional dependen, en buena medida, de que los líderes mundiales reflexionen en torno a la necesidad de una reforma profunda al CS, que refleje la nueva realidad geopolítica y económica que ahora vive la humanidad.