En RD el Estado controla los precios fundamentales del sistema económico: los salarios mínimos, la tasa de interés, el tipo de cambio y el precio de los bienes y los servicios, con ello regula indirectamente la tasa de ganancia. La inflación se mide utilizando el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que calcula el BCRD.
Ese índice está compuesto por artículos que representan el consumo de una familia típica.
El aumento porcentual de ese índice mes a mes es lo que se conoce como tasa de inflación.
La cifra más reciente, correspondiente a agosto de 2006, muestra que RD tiene una tasa de inflación de 11,9% a pesar de los controles de precios y de cambio existentes.
La manera que el Gobierno ha encontrado de bajar la inflación es acudiendo a los controles ante la imposibilidad de instrumentar una política macroeconómica coherente.
Del total de 352 bienes y servicios que conforman el IPC ( Canasta) que calcula el BCRD, 42,0% están controlados y ese control se extenderá hasta 51,7% si se acepta la propuesta del Ministerio de Industria y Comercio
La regulación de precios como la que se pretende aplicar puede hacer que el aumento de los precios disminuya y si ella va a acompañada de mayores importaciones, como ha venido ocurriendo, es probable que a corto plazo la tasa de inflación se reduzca.
Pero esa disminución será el preludio para que los precios vuelvan a aumentar con más fuerza en el futuro porque se está atacando el síntoma del problema y no la causa.
Los analgésicos alivian el dolor pero no combaten su origen. Así sucede con los controles.
Se podría entender que autoridades con buenas intenciones intenten bajar la inflación mediante el recurso de los controles de precios si no hubiese experiencia mundial y nacional sobre su ineficacia.
Pero en RD, que ha sido laboratorio donde se ha experimentado con todo tipo de regulaciones las cuales han fracasado estrepitosamente, el establecimiento de un control integral de la economía sugiere que se tiene otro propósito.
El plan se ha venido perfilando y consiste en minimizar al capital nacional, pequeño, mediano y grande para que sea sustituido por el Estado como productor y distribuidor, en vista del poder económico que ahora detenta debido al aumento de remesas y alto turismo.
Para ese propósito, controles como los aplicados y los programados resultan adecuados, al menos en el corto plazo.
Ya se verá la pugna entre industriales y comerciantes tratando de que sus negocios sobrevivan y en esa pelea, en lugar de producir y mejorar la calidad de sus productos, se desgastarán procurando convencer a los burócratas de que sus costos han subido y que hay que ajustar los precios.
Los funcionarios, por su parte, exigirán más requisitos.
Entre tanto, se destruye la base para producir riqueza permanente y aumentará el número de quienes viven recostados del Estado y de nuevos buhoneros, porque las empresas donde antes laboraban quebraron. Pan para hoy hambre para mañana. Así fue y así será.
Cada vez se aumentan los analistas que consideran que la economía mundial va a experimentar una disminución de la tasa de crecimiento económico al fines de 2006 y durante 2007.
El economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que agrupa a las principales economías desarrolladas del planeta, Jean Phillip Cotis, advirtió que esas economías pueden experimentar un menor crecimiento como resultado de los altos precios del petróleo. Alemania, la economía más grande de Europa, crecerá solamente 1,0% en 2006.
En una encuesta reciente, realizada por The Wall Street Journal, a 56 economistas arrojó que el ritmo de crecimiento económico de los Estados Unidos disminuirá en el segundo semestre de 2006, lo cual coincide con las estimaciones del banco de inversión Morgan Stanley.
Similarmente, la tasa de inflación repuntará ligeramente y se espera que la Reserva Federal no siga aumentando la tasa de interés por lo pronto en EU, pero en RD debe ajustarse el alto encaje legal .
Con Europa y los Estados Unidos desacelerando su crecimiento, el impacto en América Latina será igualmente contractivo, especialmente para aquellos países cuyas exportaciones se dirigen a esas economías.
En medio de todo, afortunadamente la inflación está hay esperando los altos precios de los hidrocarburos.
Johnny Sanchez