BEIJING, (IPS) – La emergencia de Corea del Norte como una nueva potencia nuclear en Asia Pacífico es percibida por China como un peligro que debe ser contenido, pero a la vez aprovechado como contrapeso a la influencia de Estados Unidos en la región. El gobierno norcoreano anunció este lunes haber realizado exitosamente su primer ensayo nuclear subterráneo, a pesar de las advertencias internacionales para que no lo llevara a cabo.
Los servicios sismológicos de Corea del Sur detectaron un temblor de magnitud 3,5 grados en la escala de Ricther provocado por la explosión.
Antes de que Pyongyang disparara sus primeros misiles de salva la semana pasada y anunciara que se preparaba para realizar una prueba con una bomba atómica, expertos y analistas chinos coincidieron en las limitaciones que tenía Beijing para presionar al gobierno norcoreano.
Como viejo aliado ideológico y principal socio comercial de Corea del Norte, China es vista por la comunidad internacional como el principal mediador en la crisis nuclear de la península coreana.
Beijing fue sede de las negociaciones de las seis partes (Corea del Norte, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Japón y Rusia) destinadas a aliviar la tensión. La última ronda de estas conversaciones terminó en noviembre sin que se llegara a un acuerdo.
Corea del Norte luego se negó a seguir participando, en protesta por las restricciones adoptadas por Estados Unidos a un banco de Macao acusado de lavar dinero para el régimen.
Washington instó a Beijing a que ejerza toda su influencia sobre Pyongyang, incluyendo interrumpir el suministro de petróleo y la ayuda económica, para hacer que suspenda sus actividades nucleares y regrese a las negociaciones.
Pero China insiste en que se exagera su supuesta influencia sobre el régimen norcoreano.
En una visita a Estados Unidos realizada en julio, el vicepresidente de la Comisión Militar Central china, Guo Boxiong, afirmó que Corea del Norte era un estado soberano y que Beijing no dictaba sus decisiones.
Por su parte, el analista Shen Dingli, del Instituto de Asuntos Internacionales de la Universidad Fudan, en la oriental ciudad china de Shanghai, señaló que Corea del Norte prioriza sus intereses nacionales a la relación con su aliado.
Pyongyang "no renunciará a la independencia de su seguridad nacional ganada a través de los ensayos atómicos sólo por las preocupaciones de China, y la posibilidad de que sea presionado", escribió Shen en un artículo para el sitio web del centro académico estadounidense Nautilus Institute.
El analista especuló que el programa nuclear norcoreano podría incluso ser de utilidad para China en su viejo objetivo de recuperar a Taiwan, pues podría distraer la atención de la presencia militar estadounidense en Asia Pacífico.
Otros expertos chinos acusan a Washington de provocar a Corea del Norte al negarse a participar de negociaciones bilaterales e imponer restricciones financieras.
Aunque China apoyó una advertencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptada la semana pasada, en la que se señalaba que un ensayo atómico podría atraer una "condena universal", expertos creen que Beijing no avalará ninguna sanción militar contra el régimen de Kim Jong-Il.
La renuencia de China y de Rusia es la razón por la cual la resolución del Consejo de Seguridad no especificaba posibles castigos.
"La posibilidad de una acción militar contra Corea del Norte es mínima", reconoció el analista Li Dunqiu, experto en la península coreana del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo Estatal chino.
Ya hay un precedente de discrepancias dentro de la comunidad internacional en las respuestas al comportamiento provocativo de Pyongyang.
Luego de que Corea del Norte realizó pruebas con siete misiles balísticos en julio, el Consejo de Seguridad adoptó una resolución unánime condenando los lanzamientos, pero no llegó a un acuerdo sobre posibles sanciones.
La mayor preocupación del gobierno chino sigue siendo que los ensayos norcoreanos desaten una carrera armamentista en la región y arrastre a Japón, destruyendo así el equilibrio de poder en Asia Pacífico, donde China es la única potencia nuclear confirmada hasta ahora.
Corea del Norte ha insistido por varios años que tenía armas atómicas, pero sólo un ensayo como el último podía demostrarlo.
Aunque se trata de una dura prueba para la estabilidad regional, la amenaza norcoreana ayudó a que líderes chinos y japoneses se reunieran por primera vez en cinco años.
Las pruebas nucleares de Pyongyang dominaron las conversaciones el domingo en Beijing entre el presidente chino Hu Jintao y el nuevo primer ministro japonés, Shinzo Abe.
"Ambas partes expresaron profunda preocupación sobre los últimos acontecimientos en la península coreana, incluyendo las pruebas atómicas", señalaron en un comunicado conjunto tras la reunión con Abe el presidente Hu Jintao y el primer ministro chino Wen Jiabao.
También indicaron que ambas naciones deberían "trabajar duro" para reanudar las negociaciones de las seis partes sobre el programa nuclear norcoreano.
Sin embargo, Beijing y Tokio difieren en sus visiones sobre cómo persuadir a Corea del Norte. Japón se alineó con Estados Unidos en sus demandas de sanciones contra Pyongyang, mientras que China prefiere la vía de las negociaciones.(FIN/2006)