Al parecer el país no debe ni puede hacer nada hasta que todos los problemas que durante años nos han aquejado; la falta de salud, de educación, la falta de vivienda, el desempleo, el alto costo de la vida, y agregariamos las mentiras, promesas e incumplimiento de todos los políticos y de los partidos que han ejercido el poder y que en vez de solucionar esos males lo han agudizado.
Decimos esto por aquello de que el momento no es el más adecuado para una reforma a la Constitución de la República mientras el país atraviesa por los mismos males que hace años tenemos.
La comparecencia en la UASD, dandole el lugar y prestigio que debe merecernos a todos l más antigua Universidad del Nuevo Mundo, del Presidente de la República fué magistral, demostrativa de que el Presidente conoce el asunto, de su indiscutibles dotes de orador y de fino político algo que ni sus más enconados adversarios pueden negarle ni de broma.
Nuestro país tiene que estar acorde con los tiempos, nuestra constitución es otra muestra de las muchas cosas que debemos resolver sin premuras y sin insidiosas posiciones politiqueras, propias de gentes que quieren aparentar ser serias y no han sido capaces de una auto-critica, ni de una renuncia ante el fracaso de sus actuaciones y el rechazo del país y de una gran parte de la pobla-ción.
Estamos claros debemos comenzar a resolver los males que otros no quisieron o no pudieron re- solver en su paso por el poder, sino agudizar.
Por eso Doña.Milagros Ortiz Bosch, y el grupo que la respalda y postuló como pre-candidata tienen razón al decir que el PRD debe pedir perdón al país por su mal accionar en el ejercicio del poder, y la consitución de la República no es un mal menor, ni de poca importancia, su adecuación garanti-zaria un avance significativo en lo político y en lo social, que podria ser el comienzo de ir resolvien- do los otros nales que nos aquejan.
Sin animo de lisonjas, sin desepos más que de exponer nuestro parecer, creemos necesaria la re- forma a la constitución, y aplaudimos la magistral conferencia del Presidente de la Repúbñlica, aun-que le duela a ciertos charlatanes enganchados a altos dirigentes de partido, por obra y gracia del apoyo de uno de los más negativos Presidentes que hemos tenido.