El Gerente General del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), Arismendi Díaz Santana, saludó la posición del Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo, entidad social que demandó "la entrada en vigencia del Seguro Familiar de Salud de la Seguridad Social, como forma de acabar con la inequidad social".
Díaz Santana comparte el señalamiento de dicho Centro de Estudios sobre la urgente necesidad de disminuir los llamados "gastos de bolsillo", estimados en más de 36,000 millones de pesos en el 2005, un 60% del gasto nacional en salud, inequidad social que margina y penaliza a las familias más pobres y vulnerables.
"El gasto de bolsillo, el más elevado del Continente, se origina por la ausencia de un sistema generalizado de seguridad social, por las deficiencias tradicionales de los hospitales y centros públicos de salud, donde la atención dejó de ser gratuita, así como en el constante encarecimiento de la atención médica privada. Además, se agudiza por los crecientes copagos que deben hacer los afiliados a las igualas y seguros médicos privados y por el encarecimiento alarmante de los medicamentos en general. El elevado gasto de bolsillo neutraliza los esfuerzos gubernamentales por reducir la pobreza y por elevar las oportunidades de la población más necesitada".
El Gerente General del CNSS consideró "oportuna, justa y sabia la demanda del inicio del Seguro Familiar de Salud contributivo, especialmente en un momento que las autoridades nacionales se disponen a incrementar el gasto social, particularmente el gasto en salud, uno de los más bajos de América Latina en relación al Producto Interno Bruto (PIB)".
En este sentido, consideró que "sin la aplicación gradual y progresiva tanto de la Ley 42-01, General de Salud, como la 87-01, sobre Seguridad Social, los nuevos recursos que se inyectarán al sector salud no garantizan una mejoría en los niveles de satisfacción de los usuarios, en el incremento de la productividad del sector, en el mejoramiento de las condiciones de trabajo e ingresos del personal de salud, ni en la elevación del nivel de satisfacción e impacto del Sistema Nacional de Salud".
El Gerente General recordó que "durante la primera administración del Presidente Leonel Fernández el presupuesto destinado a Salud Pública se duplicó en cuatro años, a pasar de 2, 979.9 millones en el 1996 a 5,845.6 millones en el 2000. No obstante este formidable aumento, los resultados obtenidos no fueron satisfactorios ni en cobertura, ni en calidad, ni oportunidad en la entrega de los servicios a la población".
Recalcó que "sólo avanzando en una reforma del sector salud como lo plantean las leyes 42-01 y 87-01, podremos mejorar las condiciones sanitarias del país, no sólo en respuesta a las necesidades más sentidas, sino además, en cumplimiento de los objetivos del milenio, con los cuales nuestro país está comprometido. Por eso son tan oportunas los reclamos para que el Seguro Familiar de Salud sea una realidad".