El Obispo de San Pedro de Macoris es un prelado que goza, por su fino trato,por su dedicación a sus obligaciones pastorales, del aprecio de los feligreses de Macoris del Este, y de sus superiores gerarquicos, comenzando por su Eminencia Reverendisima el Cardenal Nicolás de Jesus López Rodriguez, nuestro querido y respetado jefe de la iglesia católica.
Pero hace tiempo tenia una piedra en su zapato en la persona de un cura Español, crea-dor de problemas, irrespetuoso y polemico, dedicado a dividir, a poner la Sagrada Igle-sia de la mayoria de los dominicanos en grandes apuros y confrontaciones, cuando su misión es todo lo contrario.
El propio nuncio de su Santidad, alarmado por el crecimiento en la zona de otras religio nes y hasta de sectas que ponian en entredicho el trabajo realizado en la llama Sultana del Este.
Ahoa el Obispo Francisco Orio acaba de tomar el toro por los cuernos, y ha decidido, para beneplácito y tranqulidad de la feligresia y del pueblo en sentido general, sacar de su diocesis al sacerdote español Cristofel Hartley, y un señor que no podia seguir creando no solamente una desfavorable opinión pública, sino una especie de revuelta anunciada de consecuencias peligrosas que podian perjudicar a nuestra madre iglesia.
Ha sido un decisión valiente, ponderada, sin estridencias ni discusiones, fruto de un elemental ejercicio de la superioridad pastoral, decisión que aplaudimos, y de la que casi todo San Pedro de Macorís está orgullosa, y de la que nuestra iglesia, cuna de grandes e importantes decisiones, tiene que ver, y ha visto con sobrado y pastoral regocijo.
Ese cura puede muy bien irse a otro lugar en donde no leccione a la iglesia católica, y no ponga en juego el apostolado de un Obispo merecedor de respeto, de afecto y cariño fde sus fieles y de sus superiores.
Ha sido sin lugar a dudas una decisión esperada y necesaria, poque la ilgesia tiene voces y mecanismos muy responsables y conocidos para reclamar lo que entiende debe pedir, siempre cuidando y respetando a los feligreses y a la Santa Madre iglesia, dignamente representada y dirigida por el señor Cardenal, y por obispos como Francisco Ozorio.