MADRID, 18 oct (IPS) – El Corán pregona la igualdad entre hombres y mujeres, y quienes plantean lo contrario deforman la interpretación del libro sagrado del Islam, dijo a IPS Asma Lamrabet, médica y escritora marroquí. Lamrabet participó en las jornadas "Mujeres islámicas y derechos civiles", organizadas por el no gubernamental Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) y el oficial Instituto de la Mujer, ambos españoles, que se celebró el martes y este miércoles en Madrid.
La diputada socialista en el Parlamento Europeo y presidenta del MPDL, Francisca Sauquillo, una de las impulsoras del encuentro, dijo a IPS que lo primero que se plantearon como objetivo, al iniciarse el foro, fue "conocernos, saber cuál es la situación de las mujeres y sus derechos civiles en el mundo islámico y, a partir de allí, analizar conjuntamente qué podemos hacer para apoyarlas".
Lo fundamental a tener en cuenta es que "no se trata de imponer modelos, sean de uno u otro país, sociedad o religión, sino de comprendernos y ser mutuamente solidarias.
"Hemos percibido que las mujeres musulmanas no quieren programas impositivos sobre la igualdad, sino que se reconozcan sus derechos y puedan seguir avanzando, porque en los últimos años se ha progresado mucho, aunque todavía sea insuficiente", adicionó.
Por su parte, Lamrabet señaló que el principal problema del que se deriva la desigualdad de género en los países islámicos es una interpretación sesgada del Corán, el texto básico de esta religión. Y aunque ese libro sienta bases de igualdad, siglos de visión misógina y errónea promovieron la discriminación.
Además, agregó, el colonialismo y la humillación sufridos por los países islámicos como consecuencia de la ocupación europea influyó negativamente en su desarrollo social, herencia que perdura en la actualidad aunque cada día se debilita más.
Pero los problemas que afectan hoy en día a estas mujeres se agudizan ya que, según Lamrabet, el movimiento laico feminista de esos países tiene una concepción occidentalista que las lleva a considerar que hay que "liberar a las musulmanas del Islam", lo cual considera incorrecto.
La opción, señala, es desarrollar lo que sostiene un sector de las mujeres islámicas, en el que se considera incluida, que aspira "a trabajar y a reflexionar en un espacio que concilia fidelidad al Islam, como mensaje espiritual de referencia y apertura sobre valores universales, que debemos compartir como mujeres y seres humanos".
Esa fidelidad debe tener presente que "en tanto el Corán habla de concertación, de complicidad, de amor en el matrimonio y de libertad de elección de la mujer, la jurisprudencia islámica actual –que no comparto– habla de obediencia absoluta al marido, de autoridad masculina, de matrimonio bajo tutela forzada y de matrimonios arreglados sin el consentimiento de la mujer", subrayó Lamrabet.
Por esa razón, "se debe promover la relectura del Corán, tanto por mujeres como por hombres, pues hay muchos de éstos que están a favor de una relectura, que entre todos debemos impulsar y que a todos nos beneficiará".
En los debates de este miércoles, también se destacó la intervención de Carmen Vieites, secretaria de Políticas Sociales de la Unión General de Trabajadores (UGT, una de las dos centrales sindicales mayoritarias de España, de orientación socialista), quien aportó datos históricos y actuales.
Al respecto, la sindicalista señaló que "el feminismo tuvo un importante aliado en el movimiento filosófico y político llamado Nahda (Renacimiento), partidario de hacer una lectura progresista del Corán y defensor de los derechos de igualdad de las mujeres, especialmente de la educación, para acceder a la modernidad".
Fruto del Nahda, en 1855 se publicó el libro titulado "Las piernas cruzadas", escrito por Ahmed Faris al Shidyac, considerado uno de los primeros tratados en defensa de los derechos de las mujeres en lengua árabe.
Pocos años después, explicó, otro pensador de primera fila, Rifa’a Rafi’i al Tahtawi, insistió en la necesidad de que las mujeres recibieran una educación y pudieran liberarse de las muchas injusticias a las que estaban sometidas. Sus libros, "Guía para la educación de niñas y niños" (1872) y "Ensayos generales sobre Paris" (1902), son considerados dos hitos en la historia de la liberación de las mujeres.
Al finalizar su intervención, Vieites subrayó que el investigador Paul Zeleza recordaba que una joven princesa, Fátima Al Fihri, está en los orígenes de la creación de las universidades africanas.
Gracias a su labor, África tiene esas universidades, entre ellas Ez-Zitouna en Túnez, fundada en 732 y Fez, la Universidad de Al Qarawyyin, en Marruecos, fundada en 859 por esa joven princesa emigrada de Queruán (Túnez).
Por eso, Vieites concluyó afirmando que "el nombre de Fátima Al Fihri debe tener un espacio en esta historia que tenemos el reto de rescribir, una historia en donde se visibilice la aportación de la mujer al mundo de la educación y de la ciencia en general y de su lucha por una sociedad mejor". En las jornadas participaron, entre otras, Aicha Belarbi, profesora de la Universidad Mohamed V, de Rabat, Fátima Aburto, diputada del gobernante Partido Socialista Obrero Español, Salma Jaboo, de la organización no gubernamental Al Amal, de Irak, Wassyla Tamzali, abogada argelina y Khatoun Haidar, del grupo Council of Women, de Líbano.
También Montserrat Boix, coordinadora de Mujeres en Red, Sana’Al –Khayyat, de la Unión de Mujeres Jordanas, Carmen Romero, presidenta del Círculo Mediterráneo, la cineasta Farida Benlyazid, representante de la Asociación Karama (mujeres para la cultura) de Marruecos y la jurista Sana Aranki, presidenta de la no gubernamental Women Affairs Techbnical Commiteee, de Palestina. (FIN/2006).