Santo Domingo,RD.-En los dos fines de semana anteriores, la sala se mantiene a casa llena, hecho que los actores atribuyen al mensaje de CERO: nueve historias de víctimas del sida que motivan a la prevención ante la pandemia que este año arriba a 25 años de ser descubierto.
El precio de las entradas es de RD$300 por persona y las funciones, de jueves a sábado, comienzan a las 8:30 p.m, los domingos, a las 6:30 p.m.
CERO se mantendrá en La Ravelo hasta el 29 de octubre y retomará este escenario como parte del Festival Internacional de Teatro, pautado del 2 al 11 de noviembre próximo y organizado por la Secretaría de Estado de Cultura.
Jáquez, director y actor del montaje, señaló que se trata del drama más poético que ha escrito en comparación con sus anteriores éxitos PARGO, los pecados permitidos; Yerbamala, Camaleón y las siete puertas, Letal, televisión en vivo y Réquiem por la Damián. El actor encarna al luchador Huracán García, Tito el reggaetonero y al Poeta del sidario.
Castillo, que hace de La Bolero, la Señora de cartera Chanel y Marina la positiva, precisó que este montaje despertó una mayor sensibilidad con respecto a la prevención del virus.
Mientras que Carretero destacó la importancia de que el teatro dominicano tratara el tema de sida en un lenguaje real y con casos testimoniales.
Sobre el actor
Con esta obra, Jaquez completa 10 piezas tetrales escritas y actuadas en el país, Estados Unidos, Cuba, Argentina, México y Chile. En 1999 dejó el anonimato con el montaje de Yerbamala, que obtuvo los máximos aplausos del Mayo Teatral de esa época.
A esta le sucede PARGO (Pecados Permitidos), que desde su estreno alcanza 200 presentaciones en 6 escenarios del continente. La obra ganó los dos Premios Casandra más importantes de su género en 2001: Mejor Obra y Mejor Actor.
Al puñado de monólogos sobre el inmigrante hispano en Estados Unidos le sucede la historia de noches en suburbios del Camaleón y las siete puertas, 2003, la cual está en carpeta para ser llevada al cine.
Un año después, Jaquez se adentró entonces a la vida social, política y religiosa a través de un poeta silenciado durante los 12 años, Martín Pérez Peña. Con Letal introdujo en el país el lenguaje multimedia en el teatro.
En 2005, presentó Réquiem por La Damián, y demostró como con solo de uno de sus personajes, en este caso el principal de Yerbamala, se podía hilar una historia. El “réquiem” vino plagado de música y, como el filme Chicago, el actor demostró su capacidad de cantante y bailarín.
El nuevo montaje es un reto. Logra integrar a dos actrices que admira, incluso del que fue alumno, con la finalidad de sentar a la sociedad dominicana frente al espejo: ¿Qué está pasando con el Sida?