WASHINGTON – Las remesas de inmigrantes latinoamericanos en el mundo a sus países de origen pasarán los $60,000 millones en 2006, anunció ayer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) renovando su preocupación de que quienes reciben el dinero lo gastan rápido y no ahorran. Segun reporta la AP, del monto total, $45,000 millones saldrán de Estados Unidos como producto de los envíos de 12.6 millones de latinoamericanos que viven en el país y que, comparativamente con años previos, están remitiendo cada vez más dinero a sus familiares.
Los estados de donde sale más dinero hacia América Latina son: California con $13,191 millones; Texas, $5,222; Nueva York, $3,714; Florida, $3,083; Illinois, $2,583; Nueva Jersey, $1,869; Georgia, $1,736; Arizona, $1,378; Carolina del Norte, $1,221; Virginia, $1,110, y Maryland, $921 millones.
Ese flujo ha superado por cuarto año consecutivo el monto de capitales privados que llegó a la región, pero su potencial en el desarrollo económico es todavía “un reto para la región”, dijo el BID, que ha estado estudiando este fenómeno desde el año 2000.
Las familias receptoras prácticamente no tienen acceso al sistema financiero y por consiguiente no ahorran ni realizan inversiones productivas, agregó.
En su compendio 2006, dedicado al impacto de las remesas en el desarrollo regional y que no tiene un desglose de países receptores, el Banco afirma que el sistema financiero sigue a su vez encarando los “obstáculos históricos, legales, regulatorios y culturales” que no le permiten integrar exitosamente a remitentes y receptores.
“Hay todavía mucho por hacer”, afirmó Luis Alberto Moreno, presidente del BID en la presentación del trabajo realizado por la firma independiente Bendixen & Associates a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), una dependencia del Banco para promover las inversiones privadas.