ESPAÑA.- La idea de que el crecimiento económico es un instrumento eficaz para reducir la pobreza ha sido cuestionada por el Banco Mundial en un informe que por el contrario considera que si no se puede mejorar el nivel de vida de los pobres estos no podrán contribuir al crecimiento nacional
En el informe del BM publicado este martes se consigna que la pobreza en América Latina puede frenar el crecimiento económico de la región, y apuesta por la aplicación de políticas de educación, infraestructuras o microcréditos dirigidas a los grupos más necesitados de la población.
El estudio "Reducción de la pobreza y crecimiento: Círculos virtuosos y círculos viciosos", fue presentado hoy en Madrid por Pamela Cox y Guillermo Perry, vicepresidenta y economista jefe respectivamente para América Latina del Banco Mundial.
"Invertir en la pobreza de forma eficiente es un buen negocio para toda la sociedad", dijo Guillermo Perry según lo divulgado por la Agencia EFE.
El experto refirió la principal conclusión del informe que "si no pueden mejorar su nivel de vida", los pobres "no pueden contribuir al crecimiento nacional".
El informe cuestiona los planteamientos convencionales que señalan que el aumento de los índices de ingresos de un país reduce la pobreza y que el crecimiento económico es un instrumento eficaz para lograr ese objetivo.
Según el estudio, que analiza los "círculos viciosos" que se producen en América Latina y los posibles instrumentos para transformarlos en "círculos virtuosos", la pobreza puede ser, en realidad, parte de la causa de que un país tenga un bajo crecimiento económico.
¿POR QUE POBRES SI SON RICOS EN CAPITAL HUMANO?
El documento reflexiona sobre por qué América Latina es una región muy rica en capital humano y, sin embargo, mantiene unos niveles de pobreza muy altos, similares a los de la década de los 80.
Según los cálculos del Banco, si los países latinoamericanos no aplican ningún programa de reducción de las desigualdades sociales, requerirán crecimientos adicionales de sus economías.
En concreto, los cuatro "pesos pesados" de la región -México, Brasil, Chile y Argentina- necesitarán un aumento adicional de más del 2 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) para rebajar sus niveles de pobreza.
"En los países más pobres, como Honduras o Bolivia, el crecimiento es lo fundamental, pero en los países más ricos de la región, que son también los más desiguales, se tienen que combinar las políticas de crecimiento con las de reducción de las desigualdades", concluyó Perry.
El informe destaca en este sentido que los países relativamente más ricos y con más desigualdad, y en especial Argentina, Brasil, Colombia y México, necesitan tanto mayor crecimiento como una considerable redistribución de la riqueza si quieren un avance significativo en la reducción de la pobreza.
El economista jefe para América Latina del Banco Mundial insistió en que "lo que más efecto tendría para el aumento del crecimiento económico y la reducción de la pobreza a nivel global sería una liberalización multilateral del comercio", una especie de "ronda de Doha muy ambiciosa".
Perry reconoció la dificultad de alcanzar esa colaboración mundial al admitir que los objetivos del acuerdo sobre liberalización comercial firmado en la capital qatarí en 2001 no se están cumpliendo en su totalidad y que los actuales bloques comerciales tienen preferencias por firmar acuerdos bilaterales con otros países o mercados regionales.
Respecto a la futura evolución de las economías latinoamericanas, declaró que tienen un "ambiente externo bueno", gracias al impacto de las reformas y las políticas macroeconómicas llevadas a cabo en los últimos años, que han permitido a la región crecer por encima del 5 por ciento.
"Creemos que eso va a seguir", sostuvo el economista, quien aseguró que ese crecimiento económico está teniendo efectos en la mejora de los ratios de pobreza.