Madrid España. La inmigración es un fenómeno reciente en España; no así para Europa. Todos los países de la Unión Europea están preocupados por este problema, recordemos las graves problemas surgidos en París el año pasado: adolescentes franceses quemaban coches, destruían comercios de gente extranjera, se enfrentaban a la policía, todo motivado por una pésima regulación en materia de extranjería: en Francia gobierna la derecha; y la extrema derecha tiene un electorado importante apoyado por la clase media francesa especialmente por jóvenes que ven un futuro sin salidas e incierto; pero saben que los trabajadores extranjeros son necesarios para realizar y desarrollar aquellos trabajos que son rechazados o no quieren ser empleados los franceses y en general los europeos; era frecuente el comentario del fontanero polaco “que viene el polaco y nadie nos contrata”. Pero si se pregunta a un ciudadano español cual es el principal problema de España contestaría: primero el desempleo; segundo la inmigración. Antes era el terrorismo el principal problema, pero ha sido desplazado por el paro debido al debilitamiento de la banda terrorista ETA.
¿Realmente preocupa tanto que una persona de otro país, con una cultura diferente, venga a España a trabajar? La respuesta es no. Pero hay un sentimiento generalizado en la sociedad que asocia inmigración con delincuencia y ello no es verdad por muchos motivos. Miles de personas vienen a España a buscarse la vida honradamente, porque en sus países sobreviven con un euro diario, apenas tienen para comer, y buscan una salida a su situación de necesidad. Buscan un futuro mejor para su familia y emigran a otros países. Es la única solución que encuentran para escapar de una situación desesperante. Para poner fin a esta situación tan precaria es necesaria la cooperación de los Estados ricos. Ayuden a los países subdesarrollados o en vías de desarrollo mediante aportaciones económicas.
Pero esta situación parece no preocupar a Europa ni a Estados Unidos. La Unión Europea está más ocupada en aprobar leyes que limiten los derechos y deberes de los inmigrantes, que en destinar dinero a los Estados necesitados de ayuda; tenemos el ejemplo de Suiza donde se ha aprobado una Ley muy restrictiva en materia de extranjería. Y USA ya tiene bastante problema con la guerra de Irak; una guerra provocada según la versión yanqui porque en ese territorio había armas de destrucción masiva. Armas que por cierto nunca aparecieron; ¿ Se invadió Irak por el petróleo?. En parte si; pero el verdadero motivo fue el euro. Los Estados Unidos de América no admiten la competencia, sobre todo una moneda que pueda a tener más poder que su dólar. Alemania y Francia compraban a Irak petróleo y pagaban en euros.
La inmigración es una solución para Europa, y concretamente para España, sin trabajadores extracomunitarios estaríamos hablando de una Europa vieja. El motor de España es la mano de obra extranjera; gracias a los trabajadores de otros países España está creciendo económicamente por encima de la media europea, en concreto un 4%, la tasa de natalidad crece, nacen más niños. Los extranjeros generan riqueza en todos los ámbitos: económico. Social, cultural, intelectual. Una riqueza que hay que cuidar y mimar. La integración en la sociedad española se está produciendo con normalidad; aunque si es verdad que hay racismo en este Estado, éste apenas se percibe; son unos pocos, que identifican la idea de España con imperialismo: un sentimiento muy anacrónico. Estamos en el siglo XXI y este Estado es de los más pobres de Europa; solo supera a Portugal e Irlanda y a los países del este de Europa. ¿La inmigración?: una solución.