SANTIAGO.- Un electricista que en la madrugada de hoy escuchó que se producía un robo en una banca de apuesta ubicada frente a su residencia, fue asesinado de un disparo en la cabeza por uno de los ladrones, cuando abrió la ventana de su casa para percatarse de lo que ocurría afuera. Ramón Elpidio Durán, de 51 años recibió, el disparo en la sien izquierda de uno de los delincuentes que estaba en la galería de la casa, localizada en la calle Pedro Mir número 85 del sector Hato Mayor, de la parte Sur de esta ciudad.
De acuerdo al relato de Marta Irene Pimentel, hijastra de Durán, a eso de las cuatro y media de la madrugada él escuchó que rompían uno de los candados de la banca Taveras, ubicada frente a la vivienda, por lo que se levantó y abrió una de las persianas para ver lo que ocurría.
“Aparentemente uno de los sujetos estaba escondido en la galería y, cuando Elpidio abrió la persiana, le hizo el disparo que lo mató inmediatamente y, cuando mi madre, Altagracia Sosa y yo llegamos a la sala, lo encontramos muerto”, agregó.
Según su apreciación, los dos sujetos residen por los alrededores del vecindario y que el electricista Durán los conocía, por lo que su asesino decidió matarlo.
Explicó la señorita Pimentel que los restos de su padrastro permanecieron allí hasta las siete y media de esta mañana, cuando fueron levantados por las autoridades y llevados a la morgue del hospital regional universitario José María Cabral y Báez.
Aunque el otro acompañante del asesino de Ramón Elpidio Durán había logrado ingresar a la banca antes de producirse el disparo, resolvió abandonar el lugar sin robar nada, emprendiendo la huida junto a su compañero. Allí trabaja Jazmín Pimentel, también hijastra del electricista asesinado.
Con su muerte, el obrero deja en la orfandad a Ramón Alberto, Kelvin, Ericson, Elvin, Yorleni y Vianel Durán Suero. Desde hace varios años estaba casado con Altagracia Sosa, con quien no llegó a procrear hijos, aunque era el padrastro de Marta Irene y Jazmín Pimentel.