SANTIAGO.- Las juntas de vecinos y las organizaciones comunitarias que funcionan en este municipio, han logrado una gran incidencia entre las instituciones públicas y privadas de aquí, hasta el extremo que muchos de los problemas sociales que afectan a las comunidades, hallan soluciones gracias a sus intervenciones. Esa conclusión se desprende de las consideraciones que tienen sobre las mismas funcionarios públicos de la categoría del síndico José Enrique Sued y el ingeniero Hamlet Otañez, director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, las dos instituciones que más contactos tienen con ellas.
Sin embargo, Andrés Ramos, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos de Santiago, posee una opinión completamente distinta a Sued y Otañez, alegando que las instituciones oficiales sólo acceden a buscar solución a problemas comunitarios, siempre y cuando las juntas de vecinos que hacen las peticiones, políticamente les sean afines.
Para que una junta de vecinos u organización comunitaria legalmente puedan considerarse como tales, tienen que estar registradas en el departamento correspondiente del Ayuntamiento donde, hasta la fecha, figuran 845 instituciones de esa naturaleza.
El administrador del municipio y el director general de la CORAASAN, no tienen reparos al admitir que las juntas de vecinos y las organizaciones comunitarias les ayudan a visualizar los problemas que les afectan y que, en algunos casos, contribuyen con solucionarlos.
Conscientes de la trascendencia social de esas entidades, el síndico Sued reserva dos días a la semana para recibir en su despacho a comisiones de juntas de vecinos y, de manera periódica, participa en asambleas zonales de juntas de vecinos, donde se priorizan las necesidades de los convocados.
Tanta importancia le confiere el Ayuntamiento local a la existencia de las juntas de vecinos y las organizaciones comunitarias, que el 90 por ciento de las obras que ejecutó esa institución en el pasado período de gobierno municipal, tuvo su origen en peticiones de esas entidades de la sociedad civil, de acuerdo a datos aportados por el periodista Osiris García, director de relaciones públicas.
En ese lapso, mil 200 0bras pedidas a la sindicatura fueron ejecutadas entonces por el Ayuntamiento, gracias a la erogación de mil tres millones, 767 mil, 406 pesos con 24 centavos.
Los encuentros con representantes de esos núcleos barriales y comunitarios son definidos como “vitales” por el síndico de este municipio porque, según su confesión, les sirven de parámetro para determinar no sólo las obras que precisan, sino el nivel de importancia y credibilidad que tiene el cabildo en segmento de la sociedad.
De ahí que, al poner el oído en el corazón del pueblo (como lo define el propio síndico Sued, le ha permitido saber las obras que precisan en los barrios y campos. De ahí nace la explicación de la gran cantidad de escuelas, iglesias, destacamentos policiales, policlínicas, canchas deportivas, parques, casa-clubes y reacondicionamientos de calles y carreteras, en diferentes puntos de la geografía santiaguense.
De su lado, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago hace lo mismo cada 15 días, a través de una comisión que encabeza Reynaldo Durán, asistente del ingeniero Otañez. Son múltiples las peticiones para la solución de problemas que generan la falta de sistemas de alcantarillado sanitario y agua potable pero, en la medida de las posibilidades económica de la empresa, se priorizan las demandas más urgentes.
Como la CORAASAN funciona sobre la base de presupuestos que se preparan a final de cada año, para ponerse en vigencia al año siguiente, se especializan los fondos para la instalación de esos servicios, que se ejecutan de acuerdo a lo programado aunque, según explicó Durán, se presentan inconvenientes en el servicio que obligan a la entidad acuífera a darle el frente aunque no estén presupuestados, por la gravedad de los mismos y la urgencia solución que ameritan.
El trabajo para las autoridades del acueducto local, en su interés de dar respuesta rápida y positiva la mayor cantidad de solicitudes de las juntas de vecinos y organizaciones comunitarias, muchas veces se torna difícil porque, según Reynaldo Durán, la construcción de barrios antes de instalar allí los sistemas de alcantarillado sanitario y de agua potable, hace mucho más difícil los posteriores trabajos en ese sentido.
“Los barrios que se crean de esa manera, sin ningún tipo de planificación, a la larga se convierten en una pesada carga para la CORAASAN, aunque siempre buscamos la manera de atender los pedidos de las juntas de vecinos, porque esas entidades nos retro alimentan, al focalizarnos los lugares donde se necesita con mayor urgencia nuestros servicios”, dijo.
FEDERACION DE JUNTAS
El presidente de esa entidad, Andrés Ramos, se lamentó de que, a pesar de la importancia que alega tiene la federación que preside, las autoridades no se acercan a la misma, para canalizar las soluciones a los problemas comunitarios, asegurando que 576 juntas de vecinos están afiliadas a la entidad.
Dijo que, gracias a algunas empresas privadas, han podido implementar modestos proyectos sociales, como la construcción de 15 escuelas-talleres, donde se preparan técnicamente personas necesitadas y que dan facilidades para lo velatorios y sepulturas de residentes en barrios pobres, además de internamiento y cuidado de socios en los hospitales públicos.