SANTIAGO.- El Ayuntamiento de este municipio comenzará la construcción de un relleno sanitario en enero próximo, con el objetivo de que, dos meses después, comience a procesar los desechos sólidos que sean llevados al lugar, en cuya etapa se tiene previsto invertir 380 millones de pesos. Así lo dio a conocer el síndico José Enrique Sued, quien dijo que el cabildo prácticamente tiene asegurados alrededor de 235 millones de pesos, con los que comenzará la obra.
En esa suma está incluido un préstamo por 75 millones de pesos que tiene previsto hacer el Ayuntamiento, para lo que sólo se espera el aval del gobierno central. Sued dijo que ayer conversó con Vicente Bengoa, secretario de Finanzas, quien le aseguró que los trámites ya están en su etapa final.
Aclaró el administrador del municipio que ese dinero no será facilitado por el gobierno, como era su deseo, sino que servirá de garantía ante la entidad bancaria que realice el préstamo “porque Leonel Fernández decidió que su gobierno no ayudará a resolver el problema del vertedero de Rafey, lo que para mí es una insensibilidad social y una miopía política”.
“Si el gobierno hubiera destinado esos fondos para acabar con la contaminación que se produce en ese vertedero, habría participado en la solución del problema que afecta a la salud de casi un millón de residentes aquí, pero no será así”, enfatizó.
Sued estimó que para Leonel Fernández es más importante la construcción de un metro en la capital, que la solución a los problemas de salud desde el basurero de Rafey. Agradeció a los ejecutivos de la Corporación de la Zona Franca de esta ciudad su disposición de contribuir con 75 millones de pesos para la erradicación de la contaminación ambiental desde el vertedero.
El relleno sanitario se realizará en un millón de metros cuadrados, pero el Ayuntamiento está a la espera de que el presidente Fernández declare de unidad pública esos predios, como se lo solicitó recientemente el cabildo santiaguense. De acuerdo a lo planificado, los trabajos en cuestión habrán de concluir a mediados del 2008.
Sued puntualizó que, en vista de que el Ayuntamiento tendrá que asumir la mayor responsabilidad económica del proyecto, se verá en la necesidad de reducir la cantidad de obras comunitarias, como iglesias, escuelas, canchas deportivas, arreglo de calles y centros médicos “reclamos que hemos atendido en los últimos años, aunque es responsabilidad del gobierno central y lo hemos hecho en atención a las solicitudes de las comunidades beneficiadas”.