SANTO DOMINGO.-Las 16 funciones del mes de octubre dejaron un buen sabor entre el público que abarrotó la Sala Ravelo del Teatro Eduardo Brito, quedando gran parte fuera. La Manzana Envenenada anuncia funciones para este viernes 3 y sábado 4 de noviembre. Waddys Jáquez, María Castillo y Carlota Carretero tenían en planes descansar el primer fin de semana de noviembre, tras 16 funciones a casa llena de CERO, que comenzaron el pasado 5 de octubre.
Pero, sorpresa, en los montajes de despedida anunciados del 26 al 29 de octubre la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito resultó pequeña, por lo que debieron abrir dos funciones para este viernes 3 y sábado 4 de noviembre.
En el transcurso del mes de noviembre se estima que un aproximado de 2,800 personas acudió a la Sala Ravelo por el montaje que une a los actores y directores de teatro en un argumento basado en testimonios de víctimas del sida. En algunas de estas funciones fue necesario agregar sillas a las 169 butacas con que dispone el aforo.
Las funciones comenzarán a las 8:30 p.m. y el costo de las entradas es de RD$300. CERO fue seleccionada por la Secretaría de Estado de Cultura para abrir en la Sala Ravelo el V Festival Internacional de Teatro.
Jáquez relata doce historias verídicas de víctimas del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), cuyas situaciones alertan sobre las consecuencias del virus, coincidiendo con los 25 años de su descubrimiento. Agencias internacionales que combaten la pandemia auspiciarán la puesta en escena en Nueva York y América Latina, en febrero de 2007.
“Quiero destacar el esfuerzo de las artistas que aceptaron la propuesta de ser parte de CERO, debido a que han asumido y ejecutado un estilo diferente a los que habían desarrollado en su destacada carrera”, precisó Jáquez al referirse a las actuaciones de Castillo y Carretero, aplaudidas de pie en más de una ocasión.
El décimo montaje de Jáquez también supone a un dramaturgo más poético, en el que los monólogos se nutren de la jerga urbana.
Junto a Waddys-María-Carlota, el equipo técnico se completa con Rafael Bobadilla hijo, banda sonora; Misael Liranzo, animaciones y producción de audiovisuales; Joel Luna, imagen y diseño gráfico; Ernesto López, diseño de luces; Fidel López, escenografía; Pablo Quezada/Portobello/Dilsi Jaquez, vestuario; Marcos Mejía, proyecciones. La asistencia de producción es de Josué Guerrero, y Amaury Esquea está en la regiduría.
Sobre el dramaturgo
Con esta obra, Jaquez completa 10 piezas teatrales escritas y representadas en el país, Estados Unidos, Cuba, Argentina, México y Chile. En 1999 dejó el anonimato con el montaje de Yerbamala, que obtuvo los máximos aplausos del Mayo Teatral de esa época.
A ésta le sucede PARGO (Pecados Permitidos), que desde su estreno alcanza 200 presentaciones en 6 escenarios del continente. La obra ganó los dos Premios Casandra más importantes de su género en 2001: Mejor Obra y Mejor Actor.
Al puñado de monólogos sobre el inmigrante hispano en Estados Unidos le sucede la historia de noches en suburbios del Camaleón y las siete puertas, 2003, la cual está en carpeta para ser llevada al cine.
Un año después, Jaquez se adentró entonces a la vida social, política y religiosa a través de un poeta silenciado durante los 12 años, Martín Pérez Peña. Con Letal introdujo en el país el lenguaje multimedia en el teatro.
En 2005, presentó Réquiem por La Damián, y demostró como con solo uno de sus personajes, en este caso el principal de Yerbamala, se podía hilar una historia. El “réquiem” vino plagado de música y, como el filme Chicago, el actor demostró su capacidad como cantante y bailarín.
El nuevo montaje es un reto. Logra integrar a dos actrices que admira, incluso de las que fue alumno, con la finalidad de sentar a la sociedad dominicana frente al espejo: ¿Qué está pasando con el sida?