SANTIAGO.- El Ayuntamiento de este municipio declaró como “Hijo Adoptivo” de la ciudad a monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de la diócesis de Santiago de los Caballeros, en el transcurso de un acto celebrado en la sala de sesiones del cabildo. La decisión en tal sentido, asumida por la Sala Capitular el 19 de septiembre pasado, fue definida por el homenajeado como “un acto de amor, cariño y afecto, que responde a lo que es el sentido de la adopción”.
Decenas de personas, incluidas empresarios, políticos y religiosos, así como altos oficiales policiales y militares asistieron a la actividad. También, hicieron acto de presencia los tres hermanos del homenajeado y otros parientes cercanos, quienes vinieron desde Higüey para la ocasión.
El prelado católico, al momento de pronunciar algunas palabras de agradecimiento, resaltó que en esta ciudad residen muchos nativos de Higüey quienes, cuando se enteraron que se le declararía como “hijo adoptivo”, lo visitaron para mostrarle su complacencia por esa distinción.
“Ante esas muestras de solidaridad entonces pensé que esa declaratoria también va para todos ellos, pues esos compueblanos míos, la mayoría de los cuales vino a Santiago a estudiar y se quedaron aquí, también han sido bien acogidos aquí”.
Dijo que, cuando fue enviado por el entonces Papa Juan Pablo II a servir como arzobispo a esta ciudad, fue para ser como una especie de cabeza de familia pero que, al compenetrarse con los santiaguenses, ha pasado a ser como un hermano mayor.
“Por eso me siento como un hermano mayor de todos los hombres y mujeres que trabajan por Santiago, que desea trabajar codo a codo y, al declarárseme como hijo adoptivo, descubro que si soy hermano, también soy hijo”, agregó.
Tras señalar que quiere honrar a Santiago trabajando como uno de sus hijos, monseñor de la Rosa y Carpio consideró que la declaración emanada de la Sala Capitular lo compromete mucho más con esta ciudad.
“Santiago me abraza y yo abrazo a Santiago; me adopta como un padre adopta a un hijo, por lo que quiero trabajar con mis hermanos santiaguenses como un hermano más para que juntos echemos hacia delante este papá que se llama Santiago y lo hagamos crecer y desarrollarse como se lo merece”, puntualizó.
Las palabras de bienvenida fueron pronunciadas por el síndico, José Enrique Sued, quien destacó los múltiples aportes que, en beneficio de la sociedad de Santiago, ha realizado monseñor de la Rosa y Carpio, desde el arzobispado local, definiéndolo como “un genuino representante” de la provincia La Altagracia, de donde es oriundo.
Correspondió a la regidora Sarah Nolasco, quien propuso el 19 de septiembre se declarara como “hijo adoptivo” al presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, leer su semblanza, en tanto que José Luís López, secretario municipal, dio lectura a la resolución 2771-06, donde consta dicha declaratoria.
La resolución que lo acredita como “hijo adoptivo” fue recibida por monseñor de la Rosa y Carpio, de manos del síndico José Enrique Sued y el presidente de la Sala Capitular, Pedro Cáceres.