MANAGUA, 6 nov (IPS) – Juraron que volverían. Dieciséis años después de perder el poder político por los votos, el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua parece de regreso, según resultados preliminares de los comicios del domingo. Daniel Ortega, candidato del FSLN, obtuvo 40 por ciento de los votos, mientras los derechistas Eduardo Montealegre, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), y José Rizo, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), lograron respectivamente 33 por ciento y 20 por ciento de sufragios, según el escrutinio de 40 por ciento de las juntas receptoras dispuesto por el Consejo Supremo Electoral (CSE).
El Movimiento Renovador Sandinista (MRS), disidente del FSLN, consiguió 7,5 por ciento, y Alternativa por el Cambio (AC), 0,6 por ciento, según los datos preliminares dados a conocer por el colegio electoral.
Según la ley electoral nicaragüense, para proclamarse presidente en la primera ronda el candidato vencedor necesita obtener 40 por ciento de los votos válidos, o bien 35 por ciento con una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre el segundo aspirante más votado.
La sola noticia de una tendencia ganadora del FSLN llevó a sus partidarios a salir a las calle a celebrar con banderas, camisas y afiches con la imagen del candidato Ortega, canciones de protesta y electorales.
Las entidades y misiones internacionales de observación enviadas por la Organización de los Estados Americanos, la Unión Europea y el estadounidense Centro Carter para la Paz consideraron transparente y positiva la participación de la ciudadanía que, salvo algunas irregularidades aisladas, emitió su voto con normalidad.
Sólo la misión de observadores enviados por la Casa Blanca emitió un comunicado denunciando "anomalías" y se negó conocer los resultados parciales mientras no haya terminado el escrutinio.
Dos organismos nacionales no gubernamentales de seguimiento electoral, el Instituto para el Desarrollo de la Democracia y el grupo Ética y Transparencia, dieron a conocer sus conteos paralelos, con información reunida por más de 12.000 observadores.
Según esos resultados, el ex presidente Ortega (1985-1990) ganaría en primera vuelta.
Ética y Transparencia le otorga a Ortega 38,5 por ciento de los votos y una distancia de más de 10 puntos porcentuales del segundo, Montealegre, con 29,5 por ciento, informó el presidente de la entidad, Pablo Ayón.
Mientras, Rizo, del PLC, obtendría 24 por ciento, y Edmundo Jarquín, del MRS, alcanzaría 7,4 por ciento. Este conteo rápido tiene un margen de error de 1,15 por ciento.
"Comprendemos que algunos candidatos tengan dudas y digan que pudieron haber quedado en una posición más favorable, pero nuestros resultados, que nadie puede objetar, no se verán afectados por las irregularidades que se mencionan", afirmó a IPS el presidente de Ética y Transparencia.
Mientras, el Instituto para el Desarrollo de la Democracia divulgó sus resultados, según los cuales Ortega se alza con la victoria con 39 por ciento sobre Montealegre, con 29 por ciento, y Rizo, con 25 puntos porcentuales.
"No son los resultados oficiales, pero tenemos todos los elementos y seriedad para indicar que esta tendencia no se moverá de esos indicadores. Hay que reconocerlo, Ortega ganó las elecciones", dijo a IPS Mauricio Zúñiga, presidente del Instituto.
Los candidatos de la ALN y del PLC desconocen por ahora esos resultados oficiales y no oficiales y no descartan que al final del escrutinio se registre una "sorpresa".
Montealegre pidió un recuento "voto por voto", situación que no está contemplada en la legislación electoral nicaragüense.
El candidato del ALN dijo que, según conteos propios y "de organismos serios", los resultados señalan la necesidad de una segunda vuelta electoral, y reiteró su denuncia de "irregularidades".
Tampoco el candidato del PLC, Rizo, quiso reconocer la virtual victoria de Ortega y exigió un recuento de votos, pese a que todavía el colegio electoral no ha concluido el escrutinio.
"El PLC no puede perder de esa forma, no han terminado de contar nuestro votos rurales y no vamos aceptar a nadie como ganador mientras no se cuente el último voto", dijo el portavoz de ese partido, Leonel Téller.
Ortega llegó al poder por las armas en 1979, cuando las guerrillas del FSLN derrocaron al régimen dinástico de la familia Somoza –que había gobernado a sangre y fuego el país durante 40 años– y establecieron una junta revolucionaria de gobierno.
En 1984, Ortega se postuló a la Presidencia y ganó los comicios en medio de un cruento conflicto sostenido por la guerrilla contrarrevolucionaria, conocida como "contra" y financiada por Estados Unidos, que dejó más de 50.000 muertos.
El conflicto terminó en 1990, cuando el entonces mandatario perdió las elecciones frente a Violeta Barrios de Chamorro, quien gobernó hasta 1997.
Ortega volvió a aspirar a la Presidencia sin éxito en 1996 y en 2001.
Fuentes del comité de campaña del FSLN han dicho que no habrá pronunciamientos hasta que el CSE dé resultados definitivos.
El ex presidente peruano Alejandro Toledo, presente en Nicaragua como observador del Centro Carter, llamó este lunes a los aspirantes a la Presidencia a no "cantar victoria" y a que "no le metan ruido a las calles", en alusión a las celebraciones sandinistas.
"La verdad es que todavía no podemos decir, con seriedad, que tenemos un ganador", agregó.
"Yo quiero pedir en nombre del Centro Carter y el mío mismo a los líderes políticos, por la salud de esta elección y de Nicaragua, no nos apresuremos a cantar victoria prematuramente hasta que por lo menos más de 50 por ciento del total de las juntas estén contabilizadas", insistió.
Mientras los partidos y organismos de observación emiten criterios sobre el proceso electoral, en las ciudades del país se advierten sentimientos encontrados: los sandinistas celebra ruidosamente y quienes no lo son manifiestan su preocupación a través de radioemisoras y cadenas de televisión.
"Dios santo, díganme que esto es una pesadilla. No pueden regresar los que mataron a mi familia", dijo llorando Rosa Marina Cuadra, residente del norteño departamento de Jinotega, antiguo escenario de la guerra civil, a un canal de televisión local.
"Por favor, hay que mantener la calma, no hay que remover las heridas. El gobierno del comandante Daniel Ortega dijo que va respetar a todos los nicaragüenses, no habrá más guerra ni confiscaciones, démosle una oportunidad", dijo a una emisora local afín al sandinismo Isaías Rodríguez, miembro de ese partido. Mensajes como éstos provenían de todas partes.
Para el analista político Carlos Tunnerman es urgente que quien resulte ganador convoque a un diálogo nacional a todos los sectores. "Hay un sentimiento de incertidumbre, nadie sabe qué esperar del futuro con el FSLN. Hay miedo de que ocurran cosas del pasado", dijo.
Un total de 3.665.141 nicaragüenses fueron convocados a las urnas para elegir presidente y vicepresidente de la República, además de 92 diputados del parlamento nacional unicameral y 20 para el Parlamento Centroamericano.
La campaña electoral estuvo marcada por la intervención de Washington, contrario a la candidatura de Ortega.