ESPAÑA.- Un estudio del que se hizo eco el medio digital infoBAE profesional. com arrojó que los directivos, con el objetivo de reducir los fraudes corporativos, prefieren dar empleos a candidatos de “confianza” aunque no sean los más capacitados. Más de 370 empresarios entrevistados por especialistas en recursos humanos de la Universidad de Granada, España, consideraron que la honradez y la sinceridad son aspectos más valorados a la hora de contratar a un empleado que el nivel de conocimientos teóricos.
En ese sentido, la mayoría de los directivos dijeron que prefiere dar empleo a candidatos que consideran confiables y capaces de adaptarse a las necesidades de la compañía, antes de que seleccionar a los que tienen mejores títulos o promedios universitarios, es decir, los reclutadores de recursos humanos se inclinan por la honradez y la confianza como valores fundamentales entre los nuevos candidatos.
En la reseña del medio digital, preparada por Luis Lozano, los empresarios encuestados argumentaron que “pierden un 5% de su facturación anual por ilícitos cometidos por los empleados”, y, que además, “el fraude corporativo se extiende a diferentes rubros y puede tener lugar en distintas áreas de la empresa”.
En ese sentido y alertados por esta situación, un 65,3% de los encuestados reconoció que pone en primer término la honradez y la capacidad de adaptación a la filosofía de la empresa a la hora decidirse por un postulante.
“Apenas el 5,3% dijo decidirse en un proceso de selección por el nivel de conocimientos técnicos y profesionales”. Este dato rompe con el criterio que muchos “busca empleos” utilizan al dar prioridad a la capacitación y a la experiencia sobre los valores morales y la capacidad de adaptación al cambio laboral.
Y así lo dice la reseña del medio digital “Asimismo, los empresarios revelaron que conceden más importancia a la inteligencia y a las cualidades personales de los candidatos que a su formación académica, porque consideran que son esas virtudes las que les van a permitir adaptarse al entorno siempre cambiante de las organizaciones”.
En el mismo orden dijeron que los “valores morales, sociales, intelectuales, estéticos y personales” del candidato deben ser analizados cuidadosamente antes de tomar la decisión de incorporarlo al staff.
Además, los encuestados coincidieron en destacar la importancia de la fluidez verbal y la cooperación por el interés común de la empresa.
Se señala en la reseña periodística, que el perfil del empleado ideal, según los encuestados, viene determinado en gran medida por el hecho de ser digno de confianza y mostrar buena disposición para adaptarse a los requerimientos de la empresa.
Los empresarios destacaron la necesidad de que la formación universitaria incorpore entre sus contenidos áreas dedicadas a “modelar a los sujetos en capacidades relacionadas con el saber ser, saber estar, saber adaptarse y saber aprender y con los valores morales”.
No obstante, en el informe, los valores menos estimados por los selectores fueron los que apuntan a las emociones personales y las creencias religiosas. Se dice que los mismos “han quedado postergados a favor de los conocimientos técnicos”.