SANTO DOMINGO.-Los pacientes con síntomas de ruptura de disco en su columna vertebral superior se pueden beneficiar con una nueva técnica quirúrgica en la que se emplea una pieza de plástico –en vez de la tradicional plancha metálica- para soldar las vértebras afectadas. El doctor Sergio González Arias, neurocirujano del Baptist Hospital, de Miami, es el primero en el Sur de La Florida en usar esa pieza de plástico transparente, recientemente creada, que fija en su lugar el injerto de hueso entre dos vértebras del cuello hasta que se unen. Después de cerca de 18 meses, el plástico desaparece del cuerpo, mucho tiempo después de que los huesos se fusionan y el implante ya no es necesario.
El implante mide menos de una pulgada de ancho y cerca de una pulgada de largo. Está fabricado de polímeros que acaban desintegrándose en dióxido de carbono y agua y dejan el cuerpo a través de los pulmones y la orina. La misma tecnología probada se usa para la cirugía del cráneo en niños.
La soldadura de los huesos toma cerca de 12 meses y después no se necesitan las planchas que coloca el neurocirujano. Cuando son metálicas (específicamente de titanio) permanecen en el cuerpo, causando, ocasionalmente, complicaciones. Sin embargo, con la nueva técnica de implante plástico se elimina los riesgos potenciales que pueden ocurrir con el metal, según explicó González Arias. “Se puede desplazar un tornillo. La plancha puede desubicarse y crear problemas en el organismo. Pero con esta nueva tecnología, no hay un cuerpo extraño que permanezca dentro del paciente”, agregó.
El implante plástico se hace a la medida, a diferencia del de titanio. En el quirófano, la pieza plástica se sumerge en agua caliente, haciéndola moldeable. “Entonces se puede adaptar la plancha perfectamente a la anatomía del paciente”, indicó el especialista de Baptist Hospital, de Miami, al que acuden muchos pacientes referidos de Latinoamérica. Después que se enfría a la temperatura ambiente, la plancha se pone rígida permanentemente.
El implante plástico es transparente en las radiografías, creando perspectivas de imágenes de la vértebra durante y después de la cirugía. La plancha y los tornillos plásticos incluyen marcadores radiográficos del tamaño de la punta de un alfiler que salen en las radiografías para verificar la colocación adecuada. “Según mejore esta tecnología y aprendamos más sobre ella, veremos más aplicaciones en otras partes del cuerpo”, dijo González Arias, quien puso el e-mail [email protected] a disposición de los pacientes que deseen más detalles.