CARACAS, (IPS) – Venezuela está políticamente partida en dos grandes pedazos, aunque en los comicios presidenciales del 3 de diciembre el mandatario Hugo Chávez obtendría entre 55 y 60 por ciento de los votos, según varias encuestas. Con todo, el crecimiento del abanderado de la oposición, Manuel Rosales, es marcado, y se refleja en sus actos más nutridos y frecuentes en Caracas y ciudades del interior del país.
Datanálisis, una de las consultoras de opinión pública más conocidas, registró este noviembre que Chávez tiene una intención de voto de entre 50 y 55 por ciento, contra 25 a 30 por ciento a favor de Rosales y 20 a 25 por ciento de quienes, sin ser chavistas, no saben, no dicen o no votarán.
Aunque al final es posible incluso un resultado de 65-35 por ciento a favor de Chávez, "una encuesta es apenas una fotografía del momento, que dice lo que pasó o está pasando, pero no lo que pasará", comentó a IPS el director de Datanálisis, Luis León.
Saúl Cabrera, de Consultores 21, dijo que "permanecen dos grandes bloques, más o menos mitad y mitad, marcados por la cercanía o afecto hacia Chávez, pero aquellos a los que no les gusta el presidente no necesariamente votarán por la oposición".
La firma auscultó este mes a quienes están decididos a votar y encontró que 58 por ciento lo haría por Chávez y 40 por ciento por Rosales. "Nuestra impresión es que tres semanas de campaña no alcanzarán para cerrar esa diferencia", dijo Cabrera.
Para la carrera presidencial hay 15 candidatos inscritos, la mayoría por iniciativa propia o a nombre de grupúsculos desconocidos en la vida pública, e incluso un comediante que pareció ser un fuerte candidato de la "antipolítico", Benjamín Rausseo, pero se desinfló apenas presentó su opción en agosto.
La consultora Hinterlaces, que combina sus encuestas de campo con "focus groups" (grupos de discusión) y sondeos telefónicos cada dos días, ha encontrado una diferencia promedio de 18 puntos porcentuales a favor de Chávez.
Sus resultados de la primera semana de noviembre recogieron 45 por ciento de intención de voto para Chávez, 27 por ciento para Rosales, 1 por ciento para Rausseo, 13 por ciento de indecisos y 14 por ciento de quienes prefirieron no contestar.
"Encontramos a un Chávez amenazado por el descontento y a un Rosales que no logra cautivar a los sectores populares", dijo a IPS Oscar Schémel, director de Hinterlaces.
Entre las firmas nacionales, la consultora Datos, empleada por líderes de oposición para escoger a Rosales entre varios aspirantes, no ha entregado resultados de sondeos sobre la elección por venir, y a otra empresa, Eugenio Escuela, medios opositores le atribuyen un "empate técnico" entre Chávez y Rosales, con 48 por ciento de votos para cada uno.
Para Alfredo Keller, opositor y principal de la encuestadora que lleva su nombre, "esta es una campaña ya decidida entre los votantes duros del chavismo, que son 22 por ciento, y de la oposición, que llegan a 27 por ciento. Del 51 por ciento restante, un 30 por ciento son chavistas blandos y 21 por ciento blandos de la oposición".
"Si se suman votos duros y blandos, Chávez saca 52 y Rosales 48 por ciento. Pero yo hablo de la segmentación política, del estado de la polarización en Venezuela este 2006, no de la intención de voto, porque una campaña se trata de eso, de que los duros ganen los votos de los blandos", argumentó Keller.
La firma estadounidense Evans/McDonough, en combinación con la venezolana Consultores 30.11 hizo una encuesta durante la última semana de octubre, por encargo del gigante estatal Petróleos de Venezuela, y encontró que 57 por ciento de los entrevistados votarían por Chávez, contra 35 por ciento por Rosales, 1 por ciento por Rausseo y siete por ciento que dijeron no saber.
"Mi tesis es que desde hace una década las elecciones en Venezuela han sido momentos de una misma y continuada elección, con alrededor de 60 por ciento de la población que apoya un cambio radical, en este caso Chávez, y 40 por ciento que lo adversa", dijo a IPS Germán Campos, director de Consultores 30.11.
En 1998 Chávez ganó su primera elección presidencial con 56,2 por ciento de los votos frente a 39,9 de su principal contendor. En 2000, con nuevos comicios por la reforma de la Constitución, fue elegido con 59,7 de sufragios versus 37,5 por ciento de su principal rival, y en el referendo de 2004 sobre si debía continuar su mandato consiguió 59 por ciento de respaldos frente a 41 por ciento de rechazos.
El martes, el Centro de Estudios Políticos y Sociales con sede en Valencia, España, presentó los resultados de un sondeo concluido el 1 de noviembre y según el cual "es improbable que el candidato opositor pueda superar la barrera de 40 por ciento, mientras que el presidente alcanza 58 por ciento de sufragios".
"La intención de voto directa favorece a Chávez con 55,8 por ciento contra 25,9 por ciento de Rosales, pero la proyección indirecta, que intenta ponderar un voto oculto que favorecería a Rosales, reduce la ventaja a 20 puntos, 59,5 por ciento contra 39,1", sostuvo Carolina Bescansa, directora del centro valenciano.
Javier Cazalis, de Veneopsa, una firma que ha trabajado para el gobierno y apoyó a los investigadores españoles, atribuyó los resultados a que "la valoración de la situación política es mayoritariamente buena y las expectativas económicas son favorables para casi tres cuartas partes de la población"..
Venezuela completa 12 semestres de crecimiento económico sostenido, con un estimado de siete por ciento del producto interno bruto en 2006 y de seis por ciento para 2007, y un incremento del consumo que una encuesta encargada por el gremio de los comerciantes situó en 15 por ciento, con 30 por ciento de ventas adicionales en los supermercados.
Sin embargo, casi todos los encuestadores registran mal desempeño de Chávez en materias como seguridad y empleo. Evans/McDonough encontró que el desempleo, que según el gobierno afecta a 10 por ciento de la fuerza laboral, es el principal problema para 58 por ciento de encuestados, y la inseguridad el segundo, según las respuestas de 22 por ciento de entrevistados.
En Venezuela, de 26 millones de habitantes, se cometen más de 10.000 homicidios anuales, y en los sondeos de Hinterlaces 77 por ciento de los encuestados dijeron haber sido robados o asaltados en los últimos seis años.
Schémel destacó que "78 por ciento nos dijo que ha empeorado la situación de inseguridad y delincuencia, y era visiblemente el flanco más débil de la gestión de Chávez, pero la campaña de Rosales no lo ha explotado".
Con el actual panorama, "las probabilidades de triunfo de Chávez son superiores, aunque llegará amenazado por el descontento y por una reinterpretación de su liderazgo entre los sectores populares, que comienzan a cuestionar su gestión", agregó Schémel.
Chávez no tiene contrapeso en el parlamento íntegramente oficialista, pues los partidos de oposición se retiraron de los comicios legislativos de diciembre de 2005 por considerar que no había garantías para presentarse.
Finalmente, politólogos como el opositor Ángel Oropeza critican "el uso de las encuestas como herramienta de la campaña electoral, como se hace con los exámenes de laboratorio para auscultar una enfermedad, aunque los médicos pueden ver directamente al paciente en las manifestaciones".
Rosales ha liderado en Caracas y ciudades del interior marchas y mítines, más nutridos, en mayor número y con mayor frecuencia que su contendor. Adicionalmente, Chávez no se ha mezclado a pie entre los suyos, sino siempre a bordo de un camión que sus adversarios denominan peyorativamente "la carroza". (FIN/2006).