SANTO DOMINGO. Este V Festival Internacional de Teatro de Santo Domingo ha permitido que muchas compañías de teatro jóvenes se acerquen, y evalúen el panorama actual de Latinoamérica, afirmaron directores teatrales de Cuba, Colombia y Uruguay.
Los destacados dramaturgos Carlos Celdrán, director del Teatro Argos de Cuba, María Luisa González, directora de la Compañía Nacional de Danza del Ecuador, y Diego Sánchez, director del Teatro Matacandelas, de Medellín, Colombia, coincidieron en afirmar que el encuentro tiene dos puntos de vital importancia que le dan una característica particular en el contexto del teatro latinoamericano: por un lado, el nivel de convocatoria, tanto de los grupos como del público; y segundo, los más de treinta grupos asistentes en calendarios de funciones intensas y con propuestas de calidad.
Aclaran que otra fortaleza del festival es el nivel de convocatoria al público, lo que garantiza que el festival puede ir creciendo en el futuro, lo cual lo convierte en “un festival muy necesario, porque permite traer al área del Caribe a todos nuestros países, ofreciendo una panorámica del mejor teatro latinoamericano actual”.
Resaltaron la calidad y cantidad de las obras presentadas, donde “ver las salas llenas, la gente amontonada tratando de conseguir boletas para un espectáculo demuestra una vez más que el teatro es un evento exitoso, que la gente quiere ver lo que se está haciendo, que el pueblo está reclamando una cosa que es suya”.
Al resaltar las cualidades profesionales de los organizadores de este V Festival Internacional de Santo Domingo, agregan que la consolidación de un festival de carácter internacional que ha logrado apoyos estatales y de la empresa privada, hace que paralelamente el interés y el posicionamiento de un concepto del teatro en nuestro país genere una dinámica que ya tiene ingerencia en la cultura urbana nacional.
Al explicar cómo percibe al teatro actual cubano, Carlos Celdrán Pérez, quien trajo al país la obra “Vida y Muerte de Pier Paolo Pasolini”, de la autoría de Michel Azama, dijo que el retorno teatral está muy marcado de los textos de autores contemporáneos y sobre todo de la historia de hechos contemporáneos. “Nuestro teatro es un fenómeno internacional que alterna con otras corrientes y otras estéticas donde la imagen o la fisicalidad son bien importantes”, afirmó Celdrán.
De su lado, María Luisa González, de Ecuador, quien está presentando las obras “La Consagración de la Primavera”, “ Silencio” y “Manos”, dice –sin embargo- que el teatro en su país se nutre de un importante proceso que se viene desarrollando por más de 30 años, dice que “hace falta consolidar líneas de acción más claras, objetivos artísticos más concretos, permanencia de elencos, propuestas más profesionales, por lo que en este contexto, las nuevas generaciones del teatro ecuatoriano están dispuestas a cumplir con el nuevo reto de encontrar nuevos derroteros que de alguna manera sean válidos para la demanda del presente y del futuro”.
Explica que “como trabajadora de danza contemporánea puedo decir que el teatro y la danza actual, van de la mano. El hecho escénico en nuestros días, permite un reencuentro en la esencialidad de los géneros de la representación. Quizá las poéticas teatrales sean las mismas, y las dramaturgias permitan borrar el límite entre el actor y el bailarín”.
“Así nuestra obra “La Consagración de la Primavera”, que tiene la música extraordinaria de Igor Stravinsky, en un montaje de teatro-danza de Jorge Alcolea y puesta en escena para 15 bailarines, ha logrado una gran aceptación por parte del público de Santo Domingo, y una muy buena crítica de las delegaciones que han asistido. Es una suerte de compartir las experiencias, el trabajo, la propuesta, con el fin de salir fortalecidos todos (espectadores y actores-bailarines) para enriquecer nuestra visión de la vida y del mundo para ahora y para el futuro. Latinoamérica tiene un altísimo talento y lo debemos compartir”.
En otro orden, el director del Teatro Matacandelas, de Medellín, Colombia, agregó que los artistas del artes escénicos, tanto en Colombia como en Medellín, cuentan con el apoyo del Ministerio de Cultura y de la Alcaldía. “Esto ha permitido dar un paso adelante en el apoyo a la producción artística; ya era hora, porque durante 27 años consecutivos nosotros hemos hecho el trabajo del Estado en cuanto a propiciarle a la ciudad un espacio para la reflexión, un lugar de encuentro de la sensibilidad, la inteligencia y la diversión, que era la manera de Lorca definir el teatro”.
Del Festival Internacional de Teatro dijo que es bastante grande y en su quinta versión permite ver el panorama actual de Latinoamérica, lo cual “es ya un logro importante, por lo que creo en el teatro, creo en la maravillosa inutilidad del teatro, pues este arte milenario tiene en Latinoamérica una historia bastante corta y creo que se está escribiendo esa historia de la mejor manera posible”.