SANTO DOMINGO.-En ocasión de celebrarse el día del músico el 22 de noviembre, la Secretaría de Estado de Cultura, a través de la Dirección General de Bellas Artes y la Dirección Nacional de Música, invita a festejar “La Semana del Músico 2006”.
Dentro del marco de actividades pautadas para esta celebración, se realizará un homenaje en conmemoración del centenario del nacimiento del dominicano Luis Alberti, compositor inmortal de nuestro “Compadre Pedro Juan”.
Luis Alberti nació en la vega el 19 de abril de 1906. A los 7 años ya tocaba plantillas y redoblante en la banda de música de su ciudad natal. A los 13 años comenzó a estudiar teoría, solfeo y luego violín. Posteriormente estudió cello sin maestro, ya desde entonces fue desarrollándose en el ámbito musical, su repertorio era casi en su totalidad trozos de óperas, zarzuelas, operetas, canciones románticas y marchas.
Entre los años 1928-1929 fundó el Jazz Band Alberti, la cual se trataba de una pequeña agrupación como las de hoy en día que interpretaban todas las modalidades de la música popular.
En 1932, con la desintegración de la orquesta Lira del Yaque, la mayoría de estos músicos entró a formar parte del grupo de Luis Alberti, y la nueva orquesta que resultó de esta fusión haría historia bajo el nombre de Orquesta Santa Cecilia.
Fue también miembro fundador de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo. En 1936, cuando comenzó a transmitir desde Santiago la emisora HI9B, en un programa de Luis Alberti, se escuchó por primera vez su Compadre Pedro Juan, merengue que ha sido durante mucho tiempo el mejor embajador de la música dominicana.
Ya para 1972 se hicieron en el extranjero más de 32 grabaciones de este merengue. Aunque Luis Alberti compuso muchos y exitosos boleros y canciones románticas. Su aporte más importante a la música dominicana fueron los merengues, entre los que se destacan: Dolorita, Loreta, El Sancocho Prieto, entre otros.
El homenaje al compositor dominicano se realiza el lunes 20 de noviembre a las 6:30 p.m. en la Sala Manuel Rueda del edificio de la Escuela de Bellas Artes en la Plaza del Conservatorio.
La vida de Luis Alberti
Luna sobre el Jaragua, Compadre Pedro Juan, Tu no podrás olvidar y Estampas criollas son piezas de un catálogo extenso y profundamente dominicano, joyas famosísimas creadas por Luis Felipe Alberti Mieses, un vegano que nació el 19 de abril de 1906, en el seno de una familia donde el oficio de músico no era extraño.
El coronel Juan Bautista Alfonseca, bisabuelo de Luis Felipe, había compuesto el primer himno nacional dominicano, y se lo considera además el pionero en llevar el merengue al pentagrama. Doña María de la O Mieses, la madre de Luis Felipe, fue profesora de piano.
En un ambiente propicio y con facultades naturales suficientes, Alberti ya tocaba con sólo siete años los platillos en la Banda Municipal de Música de la Vega, y cuando la familia se mudó para el poblado de Mao, el profesor Rafael E. Arté le dio clases de violín y solfeo y lo incorporó a su propia orquesta.
El joven músico se fue a Santiago de los Caballeros y allí continuó sus estudios de violín con el profesor J.L. Sánchez.
En la ciudad corazón integró frecuentemente conjuntos que, en los teatros Colón e Ideal, se empleaban para llenar el silencio del cine de entonces con la Música de sus instrumentos.
Su madurez profesional lo llevó a crear orquestas propias, y es así que surgen la Jazz Band Alberti, La Lira del Yaque y la Santa Cecilia. Ese mismo ascenso en sus capacidades propició que, cuando en 1932 se fundó la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo, se le invitara a ocupar en ella un puesta como violinista.
En 1936 el Maestro Luis Alberti era director artístico de la emisora radial santiaguera H19B y en ella su orquesta amenizaba un programa que mantenía la atención de un gran número de oyentes; fue ahí donde por primera vez se lanzó al éter uno de los más perdurables merengues dominicanos: Compadre Pedro Juan.
Durante una década, de 1944 a 1954, Alberti y su orquesta permanecieron contratados en el viejo Hotel Jaragua, fue entonces que surgió esa bella canción, que todavía recorre el mundo como nueva y que se titula Luna sobre el Jaragua.
Luis Felipe Alberti Mieses fue además maestro de canto coral en las escuelas de Santiago de los Caballeros, organista de la Catedral de Santiago Apóstol y primer violin de la orquesta de la Compañía Anónima Tabacalera.
Fue también quien le dio al merengue un aire citadino, al utilizar un medio sonoro más complejo para interpretarlo. Cambió el merengue del conjunto campesino, conocido como "perico ripiao", a una orquesta con trompetas, piano y saxofón.
Lo enriqueció armónica y melódicamente, cambió las voces y los textos, para darle al conjunto una mayor apariencia urbana, y lo llevó a los salones que frecuentaban las clases más ricas de la sociedad.
Alberto incursionó con éxito en el género sinfónico y creó obras como la suite Estampas criollas, para coro y orquesta, Albertiana, Olas, Olas de mar y Scherzando, que fueron muy bien acogidas por el público.
En su intéres por divulgar sus conocimientos musicales, escribió un Método de tambora y güira, una colección de cantos infantiles, y un trabajo sobre Música, músicos y orquestas bailables dominicanas que se destacaron durante la primera mitad del siglo XX.
El 26 de enero de 1976, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, a la edad de 75 años, falleció Luis Felipe Alberti Mieses.