PUERTO PLATA.- ¡Villa, villa villa villa!…que viva el merengue carajo!. gritaba Sergio Vargas con su característico estilo irreverente en el escenario, mientras miles de puertoplateños le hacían el coro al unísono, y el cielo se iluminaba de los múltiples colores que aportaban estruendosos fuegos artificiales; era el final de la primera noche del Festival Brugal del Merengue en Plata. Durante la alegre noche, desfilaron por el majestuoso escenario que montó Brugal, estrellas de la categoría de la tipiquera Fefita la Grande, el merenguero dominicano radicado en Puerto Rico Ray López, y uno de lo más pegados del hoy llamado merengue urbano; Julían Oro Duro.
Cada uno de los artistas presentados jugó en su peculiar estilo con el público que parecía disfrutarlo a todos por igual, acompañándole cuando era necesario y coreografiando con las manos cuando el intérprete se lo pedía, para ser visto por todo el país, al través del Canal 4 de la CERTV, por donde se difundió cada detalle con nitidez.
La primera noche del Festival Brugal del Merengue, corrió con agilidad, tal como lo planeara Amable Valenzuela, responsable de la organización del mismo, gracias a que no se presentaron baches, y los conductores; El Cocodrilo, Brenda Sánchez y Dj Angeles, se limitaron a hacer su labor sin excesos.
En tanto que entre set y set, al través de tres pantallas gigantes colocadas a los lados del escenario, y a todo el país por el canal 4, se difundían interesantes realizaciones fílmicas sobre el merengue, llamando la atención el producido por Angelis Suárez titulado "Y Nacio el Merengue". Por igual los artistas eran entrevistados por los presentadores antes de subir al escenario.
Las atenciones a los invitados VIP y la seguridad en sentido general fueron de los puntos favorables para el éxito de la primera noche del Festival Brugal del Merengue, cuya responsabilidad la manejaba personalmente Angel Duvergé, gerente de promoción de Brugal, quien no descuidaba ningún detalle.
Al incio del festival los presentes vivieron un emotivo momento, cuando las autoridades de turismo de esta ciudad Puertoplateña, y la firma licorera Brugal, rindieran homenaje póstumo a Tatico Henriquez, cuyo hijo subió al escenario a recibir una placa en su honor por su gran legado al merengue de siempre.