Entre los primeros comentarios de Correa, de acotada trayectoria política y que llega al gobierno con un discurso de izquierda, se cuenta su pronunciamiento de que mantendrá el sistema de dolarización. QUITO, (IPS) – Las encuestas a boca de urna difundidas tras finalizar la segunda ronda presidencial de este domingo en Ecuador señalan el triunfo de Rafael Correa, quien se propone renegociar la deuda y los contratos petroleros, y trabajar con gobiernos afines para consolidar un bloque sudamericano.
El informe de la Empresa Cedatos indica que el líder del Movimiento Alianza País obtuvo 55 por ciento de los votos válidos y su competidor, el magnate bananero Álvaro Noboa, el 45 por ciento, perdiendo así en su tercer intento en busca de la presidencia de este país.
La empresa Market le da a Correa 57 por ciento de los sufragios y a Noboa 43, una tendencia netamente favorable para el candidato izquierdista, que también es confirmada por el escrutinio oficial, que pone las cosas 56 por ciento frente a 44 por ciento con 15 por ciento de los sufragios contados. Las autoridades estiman que sus datos finales se conocerán en la próxima madrugada.
Ante ello, Noboa sostuvo que esperará los resultados oficiales para reconocer el triunfo de su adversario, ya que Consultar, la encuestadora contratada por su Partido Renovador Institucional Acción Nacional, lo ubica primero con 42 por ciento de los sufragios, frente a 36 por ciento de Correa.
Entre los primeros comentarios de Correa, de acotada trayectoria política y que llega al gobierno con un discurso de izquierda, se cuenta su pronunciamiento de que mantendrá el sistema de dolarización, vigente en este país desde el 13 de septiembre de 2000 cuando el sucre dejó de circular, pese a que fue un acérrimo crítico de su implementación.
"Un país que quiera mantener un sistema de dolarización tiene que producir dólares" y hoy Ecuador sólo lo puede hacer con el petróleo, un producto no renovable y no sujeto a competitividad, y con las remesas que envían los emigrantes a sus familias en el país, que tampoco están sujetas a competitividad", explicó.
"Eso sostiene la dolarización, aunque no evita los problemas que ésta produce como el desempleo, pero Ecuador tiene tiempo como para buscar una alternativa a largo plazo, que puede ser una moneda regional sudamericana", propuso.
Renegociar la deuda pública para que su peso no sea tan fuerte sobre el presupuesto nacional, ya que en este momento pasa de 40 por ciento, es otro de los puntos centrales de la agenda del futuro gobierno, señaló Correa a IPS cuando salía de votar.
Es que uno de los problemas que agobian a la economía ecuatoriana son los altos intereses de la deuda externa y los vencimientos de corto plazo en los compromisos internos, lo cual provoca problemas de liquidez, según expertos locales. La deuda pública total alcanzaba en agosto pasado los 14.000 millones de dólares, casi 35 por ciento del producto interno bruto, una proporción considerada razonable pero lograda gracias a los altos precios del mercado petrolero, que le permitieron mostrar un crecimiento económico de 4,7 por ciento en 2005 y de 4,8 por ciento proyectado para este año.
El candidato triunfante había adelantado a IPS, precisamente, que podría seguir el camino adoptado por Argentina, Brasil y Uruguay de cancelar los adeudos con el Fondo Monetario Internacional y de canjear los bonos del Tesoro en el mercado financiero para abaratar el servicio y extender los vencimientos.
Alberto Acosta, un economista de izquierda que se perfila para integrar el futuro gabinete ministerial, señaló que este es "un día histórico, de esperanza, de alegría, ya que se ha dado un triunfo de la ciudadanía".
"El gobierno de Correa tendrá un claro espíritu democrático", apuntó, tras añadir que se "dará prioridad a los sectores más desposeídos" de Ecuador, donde 60 por ciento de sus 13 millones de habitantes viven en la pobreza y es uno de los mayores expulsores de nacionales, en particular a Estados Unidos y España.
Entre las propuestas del Movimiento Alianza País se cuenta que duplicará el bono solidario que el Estado entrega a los sectores pobres, el fortalecimiento de la inversión social en salud y educación, y el fomento a la producción con microcréditos a pequeñas y medianas empresas rurales y urbanas.
Correa, un economista con estudios universitarios en Estados Unidos y Bélgica y declarado humanista católico de izquierda, manifiesta sus simpatías por los gobiernos de Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Evo Morales, de Bolivia, Michelle Bachelet, de Chile, Tabaré Vázquez, de Uruguay, y de Hugo Chávez, de Venezuela, a quien considera un amigo.
También aseguró que no se involucrará en el conflicto armado interno de la vecina Colombia ni permitirá que pase a su territorio de ninguna forma.
El analista político Alejandro Moreano entiende que este domingo "es un día histórico, porque abre la posibilidad de iniciar un nuevo camino hacia un rescate de la soberanía y hacia la integración de América del Sur".
El propio presidente electo resaltó este domingo su intención de que, "con dolarización o sin ella, América Latina y particularmente América del Sur debe ir a un bloque geopolítico, comercial e incluso monetario, estilo la Unión Europea, para poder enfrentar y prevalecer en el mundo globalizado de siglo XXI".
Además, se deben "revisar los contratos petroleros con las firmas transnacionales, para que este recurso dé más dividendos, que se puedan invertir en salud, educación y desarrollo social", detalló Correa, de 43 años y que muestra como antecedente haber sido ministro de Economía al inicio del gobierno de Alfredo Palacio, quien en abril de 2005 sucedió al derrocado Lucio Gutiérrez.
"A diferencia de Bolivia, que había desnacionalizado el petróleo, en Ecuador siempre ha sido propiedad del Estado, pero las mafias de siempre se las han arreglado para privatizar su comercialización", advirtió.
"Por eso hoy de cada cinco barriles que se extraen, las petroleras privadas se nos llevan cuatro y nos dejan uno", afirmó.
El futuro mandatario aseguró que va a "negociar con las petroleras de una manera firme y soberana" y puso como ejemplo que en los años 70 el Estado se quedaba con nueve barriles por cada 10 que se extraían del subsuelo del país.
Para Moreano, será necesaria la movilización de la población para sostener los cambios que se propone el gobierno electo y para la Asamblea Constituyente que se convocará y podría instalarse en unos seis o siete meses.
En ese sentido, Correa volvió a asegurar tras ser elegido que convocará a la ciudadanía para que se pueda aprobar un nuevo ordenamiento político, jurídico y económico de Ecuador. Es consciente, además, que no cuenta con mayoría propia en el Congreso legislativo unicameral, con el cual dijo que mantendrá una política de "mutuo respeto".
"Los dueños de la democracia en este país no son las mafias políticas que nos han oprimido durante tanto tiempo ni 100 parlamentarios (la totalidad), sino el pueblo", le señaló a IPS en una entrevista previa a las elecciones.
Un aliado posible en el parlamento puede ser el Partido Sociedad Patriótica del ex presidente Gutiérrez, quien aseguró este domingo que sus 24 diputados están dispuestos a apoyar al nuevo presidente y brindarle estabilidad.(FIN/2006)