QUITO, Ecuador.- Los reportes dan cuenta que el candidato de izquierda obtuvo el 57% en dos sondeos difundidos tras el cierre de los comicios. Sin embargo, su rival, el magnate de derecha Alvaro Noboa desestimó esos resultados. Aún se mantiene incierta la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador, donde compiten el magnate de derecha, Alvaro Noboa, y un economista de izquierda, Rafael Correa, quien promete profundas transformaciones al sistema político. Más de nueve millones de ecuatorianos estuvieron habilitados para votar.
La mayoría de las encuestas a boca de urna dan por ganador a Correa. Según datos de la firma Cedatos-Gallup difundidos por la cadena de televisión ECUAVISA, Correa obtendría 56,80 por ciento de los votos contra 43,20 por ciento de Noboa. Mientras tanto, la consultora Barreto y Asociados atribuyó 57 por ciento de los sufragios a Correa y 43 por ciento a Noboa, en una encuesta divulgada por la cadena Teleamazonas.
Sin embargo, el multimillonario Noboa desconoció hoy los resultados de las encuestas de boca de urna. "Yo confío en la encuesta de Consultar, confío en el resultado del conteo voto a voto en el Tribunal Supremo Electoral", dijo. La encuestadora Consultar, que trabaja desde hace ocho años con Noboa, dio como ganador a éste con 42 por ciento de los votos totales contra 36 por ciento de Correa, en tanto otras cuatro firmas atribuyeron el triunfo a Correa.
En la primera vuelta, el pasado 15 de octubre, Noboa y Correa se impusieron a otros 11 candidatos, pero sin la mayoría necesaria y se vieron forzados a llegar a esta instancia. Según los analistas, Correa dejó de lado el discurso antisistema de la primera vuelta, y emuló a Noboa en una verdadera feria de promesas como la creación de empleo, vivienda y la reducción de precios de los servicios básicos.
Aunque es amigo personal de Chávez, el izquierdista tomó distancia del gobernante venezolano para la segunda vuelta y aclaró reiteradamente que "mis amigos no mandan en mi casa. En Ecuador mandaremos los ecuatorianos".
Noboa, de 56 años, es el hombre más rico del Ecuador y pugna por la presidencia por tercera ocasión. Durante su campaña prometió construir 300 mil casas por año y crear dos millones de empleos. Fue común verlo con la Biblia en la mano, invocando el nombre de Dios e invocando de rodillas el voto de sus compatriotas. Además de la elección, hoy se llevará a cabo en Ecuador una consulta popular, promovida por el Gobierno, sobre temas relacionados con la salud, la educación y la redistribución de los ingresos adicionales generados por las exportaciones petroleras