Todas las naciones del mundo tienen un nombre propio que las identifica y cuyos ciudadanos defienden con orgullo en suelo extranjero. República Dominicana no lo tiene. Quisqueya es el nombre natural con el que desde principio debió llamarse nuestro país, pues se trata de un término corto, sonoro y que, además, está relacionado con los primeros pobladores, de quienes directa o indirectamente descendemos.
Quisqueya es el término con el que los taínos identificaron esta tierra llena de grandes atractivos turísticos y recursos naturales. La mayoría de países (Perú, Uruguay, Brasil, Guatemala, Cuba, Bolivia, México…) llevan nombres vinculados a sus habitantes o referente a un hecho histórico claro. Fue un error de Duarte y los fundadores del estado dominicano no definir un término propio para designar a la parte española de la isla conocida anteriormente como La Hispaniola.
“República dominicana” es una expresión aberrante que genera confusión cuando la mencionamos en el exterior, puesto que normalmente todos los países son repúblicas, además de que es difícil de memorizar y, por lo tanto, inadecuado para promovernos. En cuanto a “Dominicana” se trata del gentilicio femenino de dominicano.
A pesar de ser la primera tierra “descubierta” por Colón, tener la sede de la primera universidad y la de primera catedral y ser el más extenso del Caribe, después de Cuba, como territorio somos prácticamente desconocidos en el resto del mundo.
Por su belleza, brevedad y facilidad de pronunciar, “Quisqueya” es el nombre utilizado para designar empresas, instituciones y sectores. No por coincidencia, y como un merecida referencia a nuestros indígenas, el Himno Nacional empieza: Quisqueyanos valientes alcemos, nuestro canto con viva emoción, ….).
El turismo será el más beneficiado con la inclusión en la nueva Constitución del nombre Quisqueya, en vista de que es fácil de vender fuera el país. Los industriales ahorrarán recursos al sustituir el nombre “Made in Dominican Republic”, por el de “Made in Quisqueya”.
Varios países han modificado su nombre por razones prácticas o políticas. Venezuela es el caso más reciente, que pasó a llamarse República Bolivariana de Venezuela; Colombia se llamaba Estados Unidos de Colombia hasta el 1886 y Argentina era llamado Río de la Plata.
Hago un llamado a todos los ciudadanos y ciudadanas a respaldar esta iniciativa que generará múltiples beneficios para nuestro país. Escribe a [email protected].