MAO,VALVERDE, Rep. Dominicana.-Los abogados de una sucesión de labriegos solicitaron al jefe del Ejército, mayor general Juan Antonio Campusano López, la liberación de cinco campesinos detenidos la tarde de este sábado en una parcela de su propiedad. La orden de detención de los labriegos fue hecha por el coronel del Ejército Nacional apellidos Perdomo Pérez, quien esta emparentado con la otra parte de la litis judicial que se ventila sobre los predios donde fueron arrestados los labriegos.
Los licenciados Luis José e Isidro Rodríguez, representantes de los sucesores de Andrés Avelino Disla, indicaron que el coronel Perdomo Pérez es el jefe del S-4, de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional con sede en Mao, emparentado con el señor Edgar Columba García.
Los detenidos son Miguel y Osvaldo Andrés, Ramón Emilio, Miguel Radhamés y Guillermo de Jesús Disla, hermanos del periodista Julio Disla, privados de su libertad cuando trataron de impedirle al coronel y al señor Columba García que destruyeran la empalizada de la parcela 42, los cultivos de plátanos y guineos, y que expulsaran de los predios setenta reses y ochenta ovejas.
Columba García alega tener derecho de propiedad sobre dicha parcela, de mil doscientas cuarenta tareas que, según él, adquirió de manera legal mediante el pago de cinco mil pesos a la familia Bisonó Toribio, en 1982.
Mientras, el gobernador provincial, Manuel Güichardo, testimonió que los predios son propiedad legítima de la familia Disla, la que aseguró que ha detentado los terrenos durante más de cincuenta años.
Los abogados sospechan que el coronel y su pariente reaccionaron de esta manera a la marcha comunitaria realizada en las calles de Mao el pasado día tres en respaldo a la familia Disla, en la cual participaron representantes de Cáritas Diocesana y de la Diócesis, de la Pastoral Juvenil, de las asociaciones de profesores y de estudiantes universitarios de Mao, de los centros de madres, la Federación de Campesinos Unidos y familiares de los afectados.
Asimismo, el procurador fiscal Germán Díaz denunció como ilegal las detenciones y la destrucción de propiedades, por entender que ningún funcionario civil ni militar puede prevalerse de su condición para influir en asuntos legales, so pena de incurrir en delito.
Igualmente, el jefe de la Cuarta Brigada del Ejército, general Cirilo Escarramán Minaya, quien fue visitado y enterado de la acción ejecutada por su subalterno, manifestó su censura a la misma.
PARRAFOS DE UNA CARTA ENVIADA POR LOS SUCESORES DE LOS TERRENOS
Señor
Mayor General, Juan Antonio Campusano López
Jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional.
Su Despacho.-
Distinguido General, los sucesores del señor Andrés Avelino Disla Lugo lamentamos en verdad el tener que ocupar su apreciable tiempo para quejarnos de la conducta del coronel E.N. Perdomo Sánchez, jefe del S-4, en la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, con sede en el municipio Mao, provincia Valverde.
Se trata de la intervención manus militaris de ese oficial superior en una litis judicial sobre unos terrenos entre esta sucesión y el señor Edgar Columba García, pariente de este oficial superior. Este oficial superior, prevalido de su grado castrense, penetró a los predios acompañando a su pariente a destruir empalizadas, echar reses y ovejas y expulsó y detuvo a cinco miembros de nuestra familia. Peor aún, hay testigos de que este oficial entregó una granada a Félix Santos, operador de una pala mecánica del ayuntamiento de Esperanza pero luego tuvo que arrebatársela al verlo intentar quitarle la espoleta.
Llamamos su atención, a la espera de que los más de 27 años de experiencia en el Ejército Nacional son más que suficientes como para que sólo usted pueda contener la peligrosa ofensiva de este subalterno, ignorante de que la Constitución y las leyes adjetivas del país prohíben a los militares y policías vincularse a conflictos legales, menos aún los de carácter civil, como éste.