Estamos seguros que el teniente general Aquino García comprende mejor ahora por qué el presidente Leonel Fernández es una persona extremadamente medida en las decisiones que toma.
Y habrá aprendido que las decisiones de un hombre de su jerarquía tienen efectos que si no se prevén se revierten en contra de quien la toma.
Su carta a Color Visión, pidiendo censura para el periodista Adolfo Salomón es un desaguisado que jamás olvidará el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas dominicanas.
Toda la referencia que se tienen de Aquino García es que es un hombre bueno y un militar preparado. Por varios años, en el gobierno y la oposición, ha estado al lado del presidente Leonel Fernández, quien se dice lo valora y le tiene alta estima.
Pero el general Aquino García, a lo mejor por un ímpetu no conocido, o por mal asesoramiento, como ha dicho el Palacio Nacional, incurrió en uno de esos errores inauditos, como es el de presionar a un medio de comunicación para que “censuraran” a un periodista.
La principal responsabilidad de la cancelación no necesariamente recae sobre Aquino García, sino sobre los ejecutivos del medio, en este caso Color Visión, sobre el que se lanzó la presión de parte del mando militar.
Color Visión, escuela de democracia, un medio muy plural, dirigido por un joven competente como Domingo Bermúdez, erró al aceptar la presión que se derivaba de la carta del jefe de la Fuerzas Armadas y se rumorea que de otra del Cardenal López Rodríguez.
La metida de pata en cadena no podía provocar otra cosa que no fuera el escándalo que ha visto la sociedad dominicana, que ha estimado que ese no es el camino a seguir ante el derecho que tiene un periodista a formular una pregunta a quien por demás, es muy presto a responder.